Durante el pasado martes 8 de diciembre, el Reino Unido inició su vacunación masiva contra la Covid-19, empezando por la ya famosa Margaret Keenan, la primera mujer en ser voluntaria para dicha vacunación (teniendo en cuenta que ya se han vacunado varios miles de personas durante los ensayos clínicos, por supuesto). Con Keenan, la vacuna de Pfizer ya ha hecho historia.
Sin embargo, los efectos adversos también se han iniciado, y algunos ya tildan a Reino Unido de «precipitado» al no haber esperado a que las autoridades europeas certificasen la seguridad de la vacuna; aunque Estados Unidos y la FDA sí lo han hecho ya.
La realidad es que, como sucede con cualquier vacuna y cualquier fármaco, la vacuna de Pfizer no será total y absolutamente segura, no tendrá un riesgo cero y no será para todo el mundo. Ni siquiera la conocida y estudiada vacuna de la gripe cumple con todas estas premisas.
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