En Canarias, la borrasca atlántica Dorothea ha impactado este domingo en las islas occidentales de Canarias, dejando tras de sí numerosos incidentes y conduciendo a la suspensión de actividades al aire libre, además de la cancelación de la actividad lectiva en ciertos territorios. El Gobierno regional mantiene la alerta máxima en varias zonas de Canarias ante la previsión de vientos muy fuertes que podrían superar los 120 kilómetros por hora, lo que ha empujado a distintas instituciones a establecer medidas preventivas y salvaguardar la seguridad de la población.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha mantenido a las islas de La Gomera, El Hierro y Tenerife bajo aviso naranja, advirtiendo de rachas de viento de hasta 100 km/h en vertientes norte y cumbres, así como en la vertiente oeste de La Gomera. En el resto de Canarias —Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma— continúa el aviso amarillo, con rachas que pueden rondar los 70 km/h en las vertientes norte y oeste de Lanzarote y Fuerteventura, y en la cuenca de Tejeda y vertientes norte y oeste de Gran Canaria.
AEMET señala además la alerta amarilla por fenómenos costeros adversos en La Palma, La Gomera y Tenerife, provocados por vientos fuertes del este o sureste en las costas septentrionales.
A lo largo del fin de semana, el Centro Coordinador de Emergencias 112 ha registrado un centenar de incidencias en las islas occidentales de Canarias, en su mayoría relacionadas con desprendimientos y caída de objetos a la vía, postes eléctricos o árboles. Se han producido cortes puntuales de suministro eléctrico y daños menores en algunos vehículos, pero sin que se hayan confirmado heridos o desgracias personales. Parte de los mayores incidentes se han concentrado en Tenerife y El Hierro, donde el viento ha superado barreras significativas y ha derivado en el cierre de carreteras y el desplome de estructuras.
Las rachas de viento en Canarias han llegado a ser huracanadas en algunos puntos concretos de Canarias, como en Arure (La Gomera), que ha registrado 126 km/h. En la misma isla, Agulo ha medido 121 km/h, y más de un centenar de kilómetros por hora se han contabilizado en Puntagorda (La Palma), La Dehesa (El Hierro) y Sabinosa (El Hierro). Estos datos difundidos por la AEMET confirman la dureza del temporal y explican la activación de niveles de emergencia en varias islas de Canarias.
Pronóstico de la AEMET del tiempo en Canarias
Como consecuencia directa, AENA ha recomendado a los pasajeros que tuvieran previsto salir desde las islas occidentales que revisen el estado de sus vuelos, puesto que pueden darse cancelaciones o retrasos. En Tenerife Norte han aparecido desvíos y demoras, y en El Hierro se ha llegado a suspender un vuelo por el viento reinante. Esta situación es relativamente frecuente en episodios adversos que golpean Canarias, dado que la geografía insular y la localización de ciertos aeropuertos incrementan la vulnerabilidad frente a rachas muy intensas.
La precaución de las autoridades para contrarrestar los efectos de Dorothea se ha evidenciado en la suspensión de encuentros deportivos y eventos masivos. En Tenerife, el Cabildo decidió posponer toda actividad en el Heliodoro Rodríguez López, hecho que supuso el aplazamiento del partido de Segunda División que enfrentaba al CD Tenerife y al Deportivo de La Coruña. Desde las instituciones públicas se han emitido recomendaciones para que la población limite los desplazamientos y evite exponerse a las condiciones adversas que experimentan varios puntos de Canarias.
Otro factor desencadenado por los intensos vientos del sur y sureste ha sido la elevación de las temperaturas, un hecho poco habitual en un episodio de borrasca atlántica. El termómetro ha alcanzado los 31,1 grados en Tazacorte (La Palma), lo que demuestra la complejidad de la situación meteorológica que envuelve a Canarias.
Además, se han registrado precipitaciones irregulares, con acumulados de alrededor de 15 litros por metro cuadrado en zonas como las Cañadas del Teide (Tenerife) y Vega de San Mateo (Gran Canaria). AEMET atribuye parte de estas lluvias a la presencia de inestabilidad en capas altas, sumada a la entrada de aire cálido y húmedo.
La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes de Canarias ha sido tajante a la hora de adoptar medidas de precaución. Se ha suspendido la actividad lectiva en El Hierro, La Gomera y en municipios tinerfeños como Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Tegueste, Tacoronte, Candelaria y El Rosario.
Esta orden responde a la previsión de rachas de viento de hasta 120 km/h y la consiguiente declaración de alerta máxima por parte del Gobierno de Canarias. Por el momento, estos son los lugares afectados por la suspensión de la docencia, si bien no se descarta que la medida se extienda a otras zonas tinerfeñas en caso de agravarse la meteorología.
La Universidad de La Laguna también ha optado por suspender sus actividades para el lunes, uniéndose a la corriente de precaución que domina varios sectores de Canarias. En redes sociales, ayuntamientos como el de La Laguna han mostrado imágenes ilustrativas de la fuerza del viento, con casetas de socorristas volcadas por las rachas y vallas que no han resistido la embestida. Los incidentes también incluyen el derribo de partes de tejados y la caída de árboles entre Tejina y Valle de Guerra, lo cual pone de manifiesto la virulencia del temporal que recorre Canarias.
El Gobierno de Canarias conserva la alerta máxima por vientos huracanados en El Hierro, La Gomera, gran parte de Tenerife y La Palma, al tiempo que mantiene la alerta por fenómenos costeros en todo el archipiélago. Esta combinación de elementos atmosféricos —vientos intensos, temperaturas elevadas, calima y episodios puntuales de lluvia— hace que la borrasca Dorothea sea un evento complejo de gestionar, exigiendo la máxima coordinación entre instituciones y servicios de emergencias.
La activación de planes de contingencia y la adopción de medidas preventivas son el mejor recurso frente a una situación que, en Canarias, se repite cada cierto tiempo, dejando claro que la meteorología insular puede variar con enorme rapidez.
Los desprendimientos, la interrupción del transporte aéreo y la cancelación de actividades deportivas o académicas son parte de la estrategia para minimizar riesgos y proteger a la población. Con una borrasca ubicada en el Atlántico, la interacción entre aire cálido, viento y orografía se traduce en episodios de alta inestabilidad que suelen perdurar varias jornadas.
Los organismos competentes aconsejan seguir la información oficial y evitar traslados innecesarios en zonas especialmente expuestas. El panorama en Canarias podría experimentar variaciones en las próximas horas, y la evolución de Dorothea determinará si estas medidas permanecen o se amplían. En cualquier caso, la experiencia del pasado con temporales similares enseña que la prevención y la coordinación son esenciales para afrontar los desafíos que la naturaleza impone a Canarias, un archipiélago acostumbrado a convivir con un clima cambiante e intenso.