Médicos de familia y enfermeros forman el equipo de rastreadores de la Covid-19, que tienen como tarea fundamental seguir la cadena de contagios y frenarla lo antes posible.
El equipo de rastreadores de los contactos que han estado con una persona contagiada por coronavirus realizan una labor ingente de investigación, como un detective que debe descubrir el camino que ha podido seguir el virus. En España, más de 2.000 personas han sido reclutadas para ejercer esta labor de vigilancia de los contactos estrechos (aquellos que hayan compartido espacio con el enfermo los dos o tres días anteriores, a menos de dos metros, durante al menos 15 minutos, y si tenían mascarilla o guantes de protección), buscando los que tienen una alta probabilidad de estar infectados. Esta información es crucial para poder aislar de inmediato a la población que ha estado expuesta al coronavirus, someterlos a un seguimiento diario, con llamadas telefónicas durante dos semanas para comprobar si han aparecido síntomas compatibles con el virus.
En Canarias, unas 60 personas realizan el seguimiento de los contactos, la herramienta sobre la que Sanidad vertebra su estrategia para evitar un rebrote de la Covid-19 en el proceso de desescalada. El Sindicato de Médicos (CESM) de Tenerife e Intersindical Canaria (IC) denuncian la carencia de estos profesionales, sobre todo en Tenerife, con menos de una veintena de rastreadores en la Isla con mayor prevalencia.
En las Islas, las gerencias de Atención Primaria han desarrollado estrategias diferenciadas. En Gran Canaria, se ha formado un equipo dedicado en exclusiva a esta labor, con una treintena de personas, entre médicos de familia y enfermeras, que rastrean los contactos de los pacientes que han dado positivo en coordinación con los centros de salud.
Por su parte, en Tenerife y en el resto de islas el seguimiento lo realiza la denominada Unidad de Actuación Familiar (UAF), es decir, cada médico y enfermero responsable de sus pacientes de cupo (1.500 o 2.000), que son los que deben investigar en primer lugar estos contactos. La información pasa a un equipo de verificación, que trabajará estrechamente para evitar infecciones.
Tanto Intersindical como CESM reclaman la idoneidad de contratar a más personas que se encarguen exclusivamente de llevar esta importante labor de rastreo y seguimiento de los contactos, ya que los médicos de familia y sus enfermeros están sobrecargados con sus habituales quehaceres. Además, recuerdan que pueden ser un equipo multidisciplinar que, además de un médico o un enfermero, tengan personas “entrenadas” que realicen el seguimiento. En ambos casos, consideran que al menos se debería contratar a unas 50 personas más en Tenerife para realizar esta labor de control de cualquier nuevo conato de infecciones y hacer un seguimiento rápido, eficiente y efectivo para aislar los contactos.
Tanto CESM como Intersindical afirman que se pone de manifiesto las deficiencias de Atención Primaria tras un decenio de recortes, por lo que ahora hay que aprovechar para hacer una reorganización adecuada del servicio y potenciarlo, “porque contando con una buena Primaria, se mejora la hospitalaria, y se hará un mejor control de salud”.
TRABAJO CONSOLIDADO
Por su parte, la subdirectora médica de la gerencia de Tenerife, Ana Darias, sostiene que el equipo está bien dimensionado y adaptado a cada situación, con una dinámica de trabajo consolidada desde que estalló la crisis del Hotel Costa Adeje. El médico de Atención Primaria es el que detecta el caso y quien debe rastrear a los contactos para acotar el foco. Ellos tienen una mayor confianza y conocen la salud de sus pacientes. A partir de ahí, se les hará un seguimiento asistencial a todos los contactos.