El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería acoge este miércoles el juicio contra un hombre acusado de haber abandonado en enero de 2018 a su poni «en estado de desnutrición» amarrado con un cable en el cuello a un árbol en la Rambla de Belén de Almería y con una pata rota, por la que no llegó a darle asistencia veterinaria.
La vista oral llega después de que el juicio previsto para el pasado 3 de diciembre se suspendiera por la ausencia de un testigo, según han indicado a Europa Press fuentes jurídicas.
El Ministerio Público considera al hombre de 35 años como presunto autor de un delito de maltrato de animal doméstico al entender que «con total despreocupación hacia el animal» al que dejó «desamparado» y «sin acceso a alimento» en una «zona despoblada», por lo que interesa nueve meses de prisión.
La acusación sostiene que el acusado era poseedor del animal al menos desde 2017, a pesar de que el chip identificativo que poseía el equino correspondía a otra persona.
Así, durante el tiempo que estuvo bajo su cuidado, el animal se rompió la pata delantera izquierda. «En vez de llevarle a un profesional cuando se le rompió una pata, se conformó con hacer un cabestrillo con unos palos y una venda, provocando así que la fractura consolidase en posición incorrecta», mantiene el fiscal.
A consecuencia de la falta de asistencia profesional, el animal «ya no puede apoyar la pezuña», un defecto que puede ser susceptible de ser corregido en lo que le queda de vida. No obstante, cree la Fiscalía que el acusado «asumió que sin la atención correcta se podría producir dicho resultado y a pesar de ello omitió la atención que le era exigible».
El animal fue conducido por parte de la Policía Nacional al Centro Zoosanitario de Almería tras su hallazgo, donde se certificó que presentaba desnutrición y una fractura que se había intentado sanar con un entablillado artesanal, lo que provocó una soldadura inadecuada de la pezuña.
Además de la pena de nueve meses de prisión, la Fiscalía también interesa que el acusado sea inhabilitado por un periodo de tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio de animales así como para su tenencia.