El Ministerio de Sanidad británico ha actualizado este viernes el balance de la pandemia de COVID-19 con más de 40.000 casos de coronavirus adicionales, un umbral que Reino Unido no rebasaba desde hace seis días y que lleva aparejado unos 1.400 fallecimientos más derivados de esta enfermedad, asociada al virus SARS-COV-2.
En concreto, las autoridades sanitarias tienen registrados 3.583.907 positivos, 40.261 más que el jueves, mientras que la cifra de víctimas mortales ha aumentado con 1.401 fallecidos más, hasta un total de 95.981 desde el inicio de la pandemia. Unos 38.500 enfermos están ingresados en hospitales, casi 4.000 de ellos conectados a un respirador.
Reino Unido ha endurecido sus medidas en las últimas semanas ante el aumento exponencial de los contagios, que ha elevado la cifra de casos y la de ingresados a niveles sin precedentes. Sin embargo, ya se estarían notando los efectos del confinamiento y la tasa de reproducción del virus oscilan entre el 0,8 y el 1, según los asesores del Ejecutivo de Boris Johnson.
Las autoridades de los distintos territorios británicos han admitido, sin embargo, que no prevén la vuelta a una mínima normalidad a corto plazo. Este viernes, el responsable de Sanidad de Irlanda, Robin Swann, ha reconocido que es «irreal» plantear que todas las medidas puedan levantarse el 5 de marzo, fecha hasta la que teóricamente están en vigor, informa la BBC.
De forma paralela, se ha acelerado también la campaña de vacunación, que ya ha alcanzado a más de 5,3 millones de personas en una primera dosis. Casi 467.000 han recibido la segunda dosis, según los datos del Ministerio de Sanidad.
LA VARIANTE, «MÁS MORTÍFERA»
Entretanto, estudios preliminares sugieren que la variante del SARS-CoV-2 detectada en septiembre en Kent, Reino Unido, podría ser «más mortífera», según ha trasladado el primer ministro británico, Boris Johnson.
Los datos proceden de científicos del grupo asesor sobre amenazas de virus respiratorios nuevos y emergentes, que han informado al Gobierno británico sobre sus hallazgos. Estudios previos ya habían mostrado que la variante se transmite con más facilidad que la otra versión.
«Además de propagarse más rápido, ahora también parece que hay evidencia de que la nueva variante puede estar asociada con un grado más alto de mortalidad», ha dicho Johnson, según ha informado la BBC. Actualmente, la variante, que se ha extendido a más de 50 países, es la versión del virus dominante en Reino Unido, que ha sufrido un fuerte repunte de contagios achacado precisamente a esta circunstancia.