Un hallazgo arqueológico reciente realizado por científicos ha revelado una parte fascinante y olvidada de la historia, hasta ahora oculta bajo las aguas. Un equipo de científicos ha desenterrado un camino de piedra de 7.000 años de antigüedad, sumergido bajo capas de lodo marino, lo que ha proporcionado nuevas pistas sobre las civilizaciones prehistóricas que habitaron la región costera de Croacia.
El descubrimiento fue realizado por el arqueólogo Igor Borzić, de la Universidad de Zadar, quien notó «estructuras extrañas» a una profundidad de casi 5 metros en la Bahía de Gradina, frente a la costa de Croacia. Este hallazgo ha desatado un gran entusiasmo en la comunidad científica, ya que no se esperaba encontrar una estructura tan bien conservada y de una antigüedad tan notable en esta área.
La estructura, que se ha identificado por los científicos como una carretera sumergida, conectaba la isla de Korčula con un asentamiento prehistórico artificial asociado a la cultura marítima conocida como Hvar. Este pasadizo, compuesto por piedras apiladas, tiene aproximadamente 12 pies de ancho, lo que equivale a unos 4 metros.
La Universidad de Zadar ha compartido imágenes del descubrimiento realizado por estos científicos, mostrando el impresionante estado de conservación del camino. Estas imágenes fueron publicadas el fin de semana y han capturado la atención de arqueólogos y entusiastas de la historia de todo el mundo.
Los investigadores y científicos han utilizado la datación por radiocarbono para analizar muestras de madera encontradas cerca del sitio, lo que sugiere que el asentamiento pudo haber sido construido alrededor del 4900 a.C. Este método de datación ha permitido confirmar la antigüedad del sitio, situándolo en el periodo Neolítico.
Arqueólogos y científicos seguirán estudiando este descubrimiento
La Universidad de Zadar, a través de un comunicado en Facebook, expresó su asombro por el hallazgo: «Durante la investigación arqueológica submarina del yacimiento neolítico sumergido de Soline en la isla de Korčula, los arqueólogos encontraron restos que los sorprendieron. Debajo de las capas de lodo marino descubrieron una carretera que conectaba el asentamiento prehistórico hundido de la cultura Hvar con la costa de la isla de Korčula».
El equipo de Borzić y otros científicos también descubrió otro asentamiento casi idéntico al otro lado de la isla de Korčula. Este segundo asentamiento, situado a una profundidad similar, de 4 a 5 metros, contenía artefactos neolíticos que incluyen un hacha de piedra, hojas de color crema y fragmentos que podrían haber sido utilizados en rituales o sacrificios.
Estos hallazgos no solo ofrecen una ventana a la vida cotidiana de las antiguas culturas marítimas según los científicos, sino que también plantean nuevas preguntas sobre cómo estas civilizaciones construyeron y utilizaron estos caminos y asentamientos. La existencia de tales estructuras sugiere un nivel de organización y habilidad técnica que es notable para la época.
La Bahía de Gradina y la isla de Korčula, ya conocidas por su rica historia arqueológica, han demostrado una vez más ser un tesoro de descubrimientos antiguos. El equipo de investigación continuará explorando la zona, con la esperanza de desenterrar más secretos del pasado.
Este descubrimiento también tiene implicaciones para la comprensión de la geografía y el clima de la época. La subida del nivel del mar y los cambios en el paisaje costero a lo largo de milenios han transformado radicalmente la región. El camino sumergido y los asentamientos asociados ofrecen pistas sobre cómo estos antiguos pueblos se adaptaron a su entorno cambiante.
Los arqueólogos y científicos están utilizando tecnología avanzada, incluyendo sonar de barrido lateral y fotogrametría submarina, para mapear y documentar el sitio con mayor precisión. Estas herramientas permiten crear modelos en 3D del área, proporcionando una visión detallada de cómo podría haber sido en su apogeo.
El trabajo de Borzić y su equipo no solo arroja luz sobre la historia prehistórica de Croacia, sino que también destaca la importancia de la arqueología submarina en la preservación y comprensión de nuestro patrimonio cultural. A medida que los científicos continúan desentrañando los misterios de estos antiguos caminos y asentamientos, queda claro que aún queda mucho por descubrir sobre las civilizaciones que una vez prosperaron en las costas del Adriático.
La emoción entre los investigadores y científicos es palpable, y cada nuevo hallazgo abre una nueva línea de investigación. La historia de la humanidad está llena de capítulos aún no escritos, y descubrimientos como este nos acercan un poco más a comprender nuestro pasado compartido. A medida que los arqueólogos de la Universidad de Zadar continúan su trabajo, el mundo espera con anticipación qué otros secretos serán revelados bajo las aguas de la Bahía de Gradina.