El SEPRONA de Lanzarote investigó el pasado mes de octubre a una mujer de 43 años por un delito de maltrato animal y/o abandono al sacrificar el perro que había adoptado meses antes después que de mordiera a su hijo y tuviera conductas agresivas hacia el menor de edad.
Según informa la Guardia Civil, la investigación comenzó tras una denuncia presentada el 3 de noviembre por parte de la protectora que cedió el perro en adopción el 5 de diciembre de 2020, de nombre Cadillac, raza mestizo y de 12 años.
La misma explicó que había tenido conocimiento de los hechos el mes de noviembre porque cuando dan un can en adopción se les hace un seguimiento para ver el estado del animal y en las condiciones en las que se encuentran.
De esta manera, durante meses la persona adoptante del perro envía fotos estando el perro sociabilizado con la familia, pero de repente la persona adoptante dejó de enviar fotos a la protectora, desconociendo el estado del can.
Por ello, el SEPRONA localizó a la mujer adoptante, quien una vez identificada señaló que el perro tenía comportamientos agresivos con los niños y que en alguna ocasión llegó a morder a su hijo, sin llegar aportar ningún informe médico al respecto.
En este sentido, al entender que era inviable tenerlo en casa conviviendo con su hijo, la adoptante llevó al animal al veterinario para que lo sacrificaran, presenciando la veterinaria un episodio de agresividad en la clínica.
Por su parte, la Guardia Civil recabó más datos de manifestaciones de otras personas que habían tenido contacto con el can, siendo uno de ellos adiestrador canino y otro un vecino, diciendo éste que pudo cambiar su carácter debido al tiempo de larga duración que el perro pasaba solo cada día encerrado sin sacarlo a la calle, estando en malas condiciones higiénico-sanitarias (rodeado de gran cantidad de heces y orines), sin sacarlo de la vivienda y sin que el animal pudiera ejercitarse, igualmente el adiestrador en ningún momento recomendó su sacrificio.
Además, la Benemérita apuntó que la adoptante no agotó todas posibilidades antes del sacrificio, pudiendo devolver el perro a la protectora o reconducir el comportamiento agresivo del perro, antes de proceder a su sacrificio, certificando la veterinaria conducta agresiva dirigida a los niños.
Finalmente, las Diligencias fueron puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Guardia de Arrecife así como de la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente de Las Palmas.