La última semana de octubre estará protagonizada por un gran vuelco meteorológico. Hasta el jueves, el tiempo anormalmente seco y cálido que ha dominado este otoño dará paso a varias borrascas con sistemas frontales activos, un auténtico ‘río atmosférico’ que dejarán precipitaciones en buena parte del país, y ayudará a corregir un comienzo de año hidrológico en el que ha llovido una tercera parte de lo normal.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo, ha señalado que esta primera mitad de la semana las lluvias quedarán restringidas a puntos del Cantábrico y al área mediterránea donde también habrá chubascos, mientras en el resto predominará el tiempo estable y con temperaturas algo por encima de lo normal para la época que ha caracterizado la mayor parte del mes.
Sin embargo, a partir del viernes, la retirada del anticiclón hacia el interior del continente europeo permitirá que borrascas con sistemas frontales activos se acerquen más a la Península y dará lugar a «varios días lluviosos en buena parte de la Península, sobre todo en su mitad occidental y, al mismo tiempo descenderán las temperaturas diurnas.
El miércoles y el jueves, el tiempo anticiclónico y estable en la mayor parte de España, con brumas y bancos de niebla matinales en puntos del interior que irán levantando a lo largo de la jornada, dando lugar a cielos poco nubosos.
Sin embargo, en el Mediterráneo la atmósfera se inestabilizará por la llegada de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) de la atmósfera pero que, «no va a ser sinónimo de lluvias torrenciales». De ese modo, añade que miércoles y jueves habrá posibilidad de chubascos ocasionalmente tormentosos en Baleares y e puntos de Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía, aunque serán en general débiles y dispersos.
El portavoz informa de que a últimas horas del jueves comenzará a llegar el primer frente que provocará un «cambio de tiempo» para el final de esta semana y ya desde ese momento dejará algunas lluvias débiles en extremo occidental de Galicia.
Sin embargo, subraya que «el cambio significativo de tiempo» llegará el viernes, cuando se espera la aparición de un frente frío bastante activo. Se trata de una borrasca atlántica que dejará lluvia y frío ese día en Galicia, las comunidades cantábricas, Castilla y León y norte de Extremadura.
Los ábregos y el río atmósferico
El viernes, «el anticiclón de las Azores tenderá a retirarse hacia el sur, mientras que en el Atlántico Norte se formará una vasta área de bajas presiones centradas en Islandia. Con esta disposición de los centros de acción, se canalizará un flujo muy húmedo y templado que prácticamente cruzará de lado a lado el Atlántico. La Península Ibérica se vería afectada de lleno por este río atmosférico», explica afirma Samuel Biener, experto de Meteored (tiempo.com).
«El viernes se intensificará el flujo del suroeste -los conocidos ábregos-, y las precipitaciones ganarán terreno por la mitad occidental y el centro peninsular, extendiéndose de oeste a este», prosigue el meteorólogo. «Comenzarán por el oeste de Castilla y León y en Extremadura, donde serán persistentes en algunas zonas, pero con el paso de las horas se trasladarán a las provincias occidentales de Andalucía, donde podrían ser intensas, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y a la Cordillera Cantábrica. Persistirán en Galicia».
Finalmente, para el puente de Todos los Santos «la situación meteorológica se presenta bastante inestable en buena parte del país. El sábado los ábregos arreciarán y las lluvias serán generales en el interior y en el oeste peninsular; a última hora llegarán al Pirineo, Baleares y noreste peninsular. En aquellos sectores orientados al sur y suroeste, como la cara sur del Sistema Central o en el sur de Andalucía, las precipitaciones serán intensas y persistentes».
«El domingo se espera una situación bastante parecida, y las lluvias se generalizarán en el noreste, Pirineos y Baleares, llegando también al resto de la vertiente mediterránea. Las temperaturas serán suaves gracias al flujo del suroeste. Para el día de Todos los Santos el viento podría rolar a noroeste, bajando las temperaturas, con precipitaciones más restringidas a las Béticas, vertiente cantábrica, Baleares, Cataluña y Pirineo, donde la cota de nieve bajaría», concluye el meteorólogo.