La policía marroquí interceptó este sábado una patera en Agadir, en el sur del país, con veinte emigrantes que se disponían a partir hacia las islas Canarias, según ha informado este domingo la policía en un comunicado.
Lo novedoso de esta patera es que nueve de sus ocupantes eran originarios de Egipto y Yemen, dos nacionalidades que suelen aparecer en otras rutas migratorias más próximas a sus países. La otra mitad de pasajeros eran marroquíes.
Cuatro personas han sido detenidas como organizadoras de este viaje clandestino y van a ser juzgadas por «operación de emigración clandestina» y «trata de seres humanos».
En su poder se encontraron seis chalecos salvavidas (para veinte pasajeros), varios teléfonos móviles y una cantidad de dinero en moneda nacional y divisas.
Las costas atlánticas que bajan desde Agadir hasta Dajla, en el sur del Sáhara Occidental, se han convertido desde el pasado año en la zona principal de salida de pateras en la llamada «ruta canaria», en detrimento de la «ruta mediterránea», más corta y segura pero también más vigilada por la policía marroquí.
El pasado 2020 se registraron en las Canarias más de 23.000 llegadas ilegales de emigrantes africanos, de los que más de la mitad eran marroquíes y el resto senegaleses, malienses y guineanos, principalmente.