Una mujer de 28 años se enfrenta a una posible condena de cadena perpetua por el asesinato de su bebé, de 23 meses, en Nueva Yersey (Estados Unidos), el 8 de febrero de 2019.
La progenitora se ensañó con el pequeño, al que golpeó hasta acabar con su vida. Luego lo descuartizó y quemó sus restos en el horno.
Por si lo anterior fuera poco, trató de encubrir el crimen, denunciando el secuestro de su bebé ante las autoridades policiales tras un sufrir un falso atraco.
Los agentes encontraron apenas 12 horas después los restos del cuerpo del pequeño en el jardín de la vivienda.
Según la Oficina del Fiscal del condado de Cumberland, los informes apuntan que el cráneo del menor había sido fraccionado en 74 pedazos.
La lectura de la sentencia será el 21 de febrero.