En un entorno cada vez más digitalizado, marcado por las nuevas tecnologías, el peritaje informático se posiciona como una herramienta clave en el ámbito judicial, tanto para empresas como para clientes particulares, ya que permite esclarecer procedimientos judiciales que involucran evidencias digitales, garantizando la validez y la autenticidad de las pruebas presentadas ante los tribunales.
Los expertos en peritaje informático, son profesionales especializados en el análisis forense de dispositivos y sistemas informáticos o digitales, que actúan como auxiliares de la justicia, encargándose de realizar análisis forenses sobre evidencias digitales.
La principal función del perito informático es examinar, interpretar y presentar información técnica de manera que sea comprensible para jueces, fiscales y abogados, como por ejemplo, la autenticación de correos electrónicos, el análisis de conversaciones en aplicaciones de mensajería, la verificación de la integridad de archivos multimedia y la evaluación de sistemas informáticos.
La labor de estos profesionales resulta fundamental en una amplia variedad de procedimientos judiciales, facilitando enormemente la toma de decisiones informadas en aquellos casos relacionados con el uso de la tecnología. Y, entre los múltiples procedimientos judiciales en los que participan, la intervención de estos expertos es especialmente importante en casos de delitos informáticos, como sabotajes a sistemas informáticos, distribución ilegal de contenidos protegidos, suplantación de identidad y estafas cibernéticas, entre otros muchos procedimientos.
El análisis técnico que estos profesionales informáticos realizan, proporciona una base sólida para la acusación o la defensa, asegurando que las pruebas presentadas sean válidas.
Validación de pruebas digitales y cadena de custodia
Uno de los aspectos más importantes en el peritaje informático es la garantía de la integridad de las pruebas digitales. Y es que, para que una prueba sea admisible en un proceso judicial, es fundamental que se mantenga intacta desde su obtención hasta su presentación en el juicio.
Esto se consigue a través de la cadena de custodia, un proceso que certifica que la prueba no se ha manipulado, siendo necesario utilizar técnicas como la obtención de huellas digitales (hashes), o la documentación detallada de cada paso en el manejo de la evidencia.
Además, la validez de las pruebas digitales también depende de su obtención lícita, respetando los derechos fundamentales de las personas involucradas. Si esas pruebas no se han obtenido por vías legales respetando dichos derechos, cualquier valoración puede resultar en la inadmisibilidad de la evidencia, lo que afectaría al desarrollo y a la resolución del proceso judicial.
Retos del peritaje informático en un entorno tecnológico en constante evolución
Uno de los principales retos para los profesionales del peritaje informático es la necesidad de mantenerse constantemente actualizados, con objeto de estar al tanto de todas las novedades en el sector informático y tecnológico y poder hacer uso de nuevas herramientas, sistemas y métodos de comunicación que vayan apareciendo.
Además, la gestión de grandes cantidades de datos y la necesidad de analizar información en diferentes formatos, requieren de habilidades técnicas avanzadas, así como de una profunda comprensión de las nuevas tecnologías.
Asimismo, no hay que pasar por alto que, en los últimos años, las amenazas cibernéticas han aumentado y se han ido perfeccionando y el ejemplo lo encontramos en los ataques cibernéticos a empresas o el uso cada vez más amplio de la Inteligencia Artificial para crear contenidos falsos o suplantar identidades, ya sea mediante la imagen o la voz, lo que añade una enorme dificultad al trabajo de los peritos informáticos.
En este sentido, para identificar y contrarrestar estas amenazas, es necesario tener un conocimiento especializado, así como una adaptación constante a las nuevas técnicas utilizadas por los ciberdelincuentes.
Interpretación de datos complejos para jueces y abogados
El lenguaje técnico y la complejidad de las tecnologías utilizadas en las pruebas digitales pueden representar un desafío para los profesionales del derecho. Aquí es donde el perito informático desempeña un papel clave, traduciendo información técnica en términos que resulten comprensibles y relevantes para el procedimiento en cuestión.
Su capacidad para explicar el origen, la manipulación y el contexto de los datos, permite a jueces, fiscales y abogados comprender plenamente tanto el alcance como la implicación de las pruebas que se hayan presentado.
Por esta y otras muchas razones, es imprescindible recurrir a profesionales cualificados y con experiencia en el campo del peritaje informático, peritos informáticos colegiados que ofrezcan servicios especializados capaces de garantizar la obtención, el análisis y la presentación de pruebas tecnológicas en procesos judiciales de la manera adecuada.
Para que un informe pericial informático tenga plena validez y no pueda ser impugnado, tal y como lo establecen tanto el artículo 340 de la Ley de Enjuiciamiento Civil como el artículo 457 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es fundamental que el perito disponga de la titulación correspondiente a la materia que analiza, así como que se encuentre colegiado, como exige una reciente sentencia de la Audiencia Nacional.
Por ello, es importante comprobar que los peritos informáticos a los que se acude cuentan con la pertinente acreditación y que está colegiados, ya que en el mundo actual, se están convirtiendo en una pieza clave en la justicia digital, proporcionando a jueces, fiscales y abogados las herramientas necesarias para la resolución de conflictos legales que, cada vez más, involucran a las tecnologías.