Con o sin Covid-19, parte del futuro del sector textil es online. Inditex, Tendam o Mango son muy conscientes y, por ello, han acelerado sus apuestas online para adaptarse a las nuevas necesidades y miedos de los consumidores. Todas lo han hecho excepto una, Primark, a la que se le plantea un dilema: vender por Internet o sufrir la caída en ventas físicas de su moda low cost.
El problema de Primark sigue siendo el mismo: la baja rentabilidad del canal online y los altos costes que conlleva. Es decir, su modelo de negocio se basa en comprar grandes volúmenes de ropa y venderlos a bajos precios. Este sistema, con los gastos de logística y gestión que implica, nunca ha sido rentable para la firma de moda low cost.
Siempre ha defendido que “la combinación del diseño de las tiendas, la experiencia de compra y los precios increíbles son lo que hace que Primark sea tan atractivo”. De hecho, ocasionalmente consideraron el click & collect como una posible opción para ampliar su atención al cliente. Sin embargo, el plan se quedó guardado en un cajón.
Primark llegó a realizar pruebas en este campo. La empresa experimentó en 2013 vendiendo productos a través de una web. No obstante, los resultados no fueron satisfactorios ya que no llegó a implementar este modelo en su estrategia. Así que Primark es la única gran compañía textil que no tiene ecommerce.
No obstante, el Covid está bajando la afluencia de consumidores a las tiendas y aumentando las ventas por Internet. Algo que da de lleno en el modelo de Primark, cuyas ventas low cost por volumen podrían caer, poniendo de esta forma en peligro su modelo.
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