El buque estadounidense Cape Texas, atracado en Gran Canaria y perteneciente a la Fuerza de Reserva Preparada (RRF) de Estados Unidos, ha levantado interrogantes sobre sus maniobras en aguas cercanas a las Islas Canarias, especialmente en la zona de Gran Canaria. Desde el 4 de enero, la embarcación ha realizado movimientos que han llamado la atención tanto de las autoridades locales como de la población, debido a la falta de claridad sobre el propósito de su presencia en el archipiélago.
El Cape Texas solicitó inicialmente fondear en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, en Gran Canaria, pero cambió su curso el jueves por la tarde, dirigiéndose hacia el norte. Minutos antes de las 21:00 horas de ese día, apagó su señal AIS, un sistema que permite monitorear la posición de los barcos en tiempo real. Desde entonces, su ubicación exacta es desconocida, lo que añade más incertidumbre a sus actividades en la región.
La embarcación, de acuerdo con información oficial del gobierno de Estados Unidos, forma parte de un subconjunto de la Flota de Reserva de Defensa Nacional. Este grupo de barcos está diseñado para garantizar el despliegue rápido de fuerzas militares estadounidenses en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, no se ha comunicado oficialmente el motivo por el cual el Cape Texas estuvo operando entre las islas de La Palma, Tenerife y las aguas al norte de Gran Canaria, donde permaneció durante días realizando maniobras sin rumbo claro.
El Gobierno de Canarias pide explicaciones desde Gran Canaria
La preocupación ha escalado en el ámbito político. La diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, ha exigido explicaciones tanto al Ministerio de Defensa como al de Exteriores. Según Valido, resulta imprescindible aclarar las razones detrás de la presencia de un buque militar extranjero en aguas próximas a Canarias y si hubo comunicación previa al Estado español sobre sus actividades. Además, Valido sugirió que aún podría encontrarse en el área, aunque sin ser rastreado debido a la desactivación de su sistema de identificación automática.
En el ámbito regional, Nueva Canarias-BC también ha solicitado información al Gobierno canario sobre la presencia del Cape Texas. La formación política ha instado al presidente Fernando Clavijo a garantizar la transparencia sobre este asunto, subrayando la importancia de determinar si las maniobras del buque pueden tener algún impacto en la comunidad canaria o en su entorno estratégico. Según Román Rodríguez, líder de Nueva Canarias, los movimientos observados durante días en aguas cercanas a Gran Canaria y otras islas del archipiélago resultan «inquietantes» y deben ser esclarecidos con urgencia.
Rodríguez señaló que la preocupación no se limita a la presencia del Cape Texas como un buque militar, sino que podría estar relacionada con cuestiones más amplias, como las negociaciones sobre la delimitación de las aguas entre Canarias y Marruecos o el interés en los recursos naturales del fondo marino, que incluyen minerales estratégicos y tierras raras. Para Nueva Canarias, estas circunstancias justifican plenamente que el Ejecutivo regional y el Gobierno central investiguen el asunto a fondo.
El Cape Texas, mientras estuvo visible, realizó maniobras poco convencionales, alternando entre rutas norte-sur y sur-norte sin un destino claro. Estas acciones incluyeron un aparente acercamiento al puerto de La Luz y de Las Palmas, pero posteriormente abandonó esta trayectoria. La última posición conocida del buque fue en una zona al norte de Gran Canaria, donde había estado navegando en días previos. La repentina desaparición de su señal AIS ha generado aún más especulaciones sobre su misión.
En un contexto geopolítico marcado por la creciente importancia de Canarias como nodo estratégico entre continentes y su proximidad a recursos submarinos codiciados, la presencia de un buque militar como el Cape Texas en aguas del archipiélago adquiere especial relevancia. Gran Canaria, como uno de los puntos principales del tráfico marítimo y con infraestructuras como el Puerto de La Luz, desempeña un papel clave en estas dinámicas.
La inquietud por las actividades del Cape Texas en la región no se limita al ámbito político. La ciudadanía también ha expresado dudas sobre la naturaleza de las maniobras y la falta de información oficial. En Gran Canaria, donde el buque parecía tener como destino inicial su puerto principal, las especulaciones han crecido tras su cambio de rumbo y la desconexión de su sistema de rastreo.
Mientras tanto, expertos en geopolítica y seguridad marítima han señalado que la ubicación estratégica de Gran Canaria y el resto del archipiélago la convierte en un punto de interés para potencias extranjeras. El archipiélago no solo es un enclave clave para rutas comerciales, sino que también está cerca de regiones con recursos submarinos, lo que podría explicar el interés de actores internacionales.
El Gobierno de Canarias, por su parte, aún no ha emitido un pronunciamiento claro sobre la situación. Sin embargo, la presión política liderada por Nueva Canarias y Coalición Canaria podría obligar a las autoridades regionales y estatales a proporcionar información detallada sobre las actividades del Cape Texas. La transparencia en este caso es esencial para disipar dudas y evitar que se generen tensiones innecesarias en un territorio cuya estabilidad depende en gran medida de su conexión con los mercados internacionales y la seguridad en sus aguas.
La presencia del Cape Texas en aguas cercanas a Canarias, especialmente en las proximidades de Gran Canaria, es un recordatorio de la importancia estratégica del archipiélago. Este episodio subraya la necesidad de mantener una vigilancia constante sobre las actividades marítimas en la región y de garantizar que los intereses de las islas se protejan en un contexto internacional cada vez más complejo.