El cambio de año trae consigo una serie de propósitos en los que se incluyen nuevos proyectos, viajes, actividades e incluso, perder esas libras demás. Sin embargo, son pocos los que se detienen a tomar en cuenta la idea de contratar una póliza de salud que garantice asistencia oportuna frente a cualquier eventualidad.
Si bien sobran las alternativas, la verdadera tranquilidad está sujeta a la elección de una aseguradora confiable. Por ejemplo, Adeslas Salud ofrece la máxima libertad al momento de escoger las coberturas, una enorme ventaja para quienes buscamos un producto que en realidad se ajuste a nuestras necesidades.
¿Por qué contratar un seguro de salud?
Aunque España se caracteriza por ofrecer uno de los mejores servicios públicos asistenciales del continente, no es un secreto que continúan las fallas en lo que a atención y celeridad de los procedimientos se refiere. Actualmente, la espera para someternos a ciertas cirugías puede prolongarse durante meses.
Ante este escenario, cada vez son más las personas que se aventuran a la idea de contratar un seguro médico privado, sobre todo, los que necesitan accesos a servicios de calidad de forma instantánea.
Sólo las mejores aseguradoras consiguen integrar todas las coberturas en una misma póliza como lo hace el seguro Adeslas Plena Plus, de esta manera, podemos disfrutar tanto de atención personalizada y medicamentos, como de asistencia dental y hospitalización.
¿Cómo elegir el mejor seguro de salud?
La contratación de una póliza de salud no es algo que debemos tomar a la ligera. Obtener calidad de atención durante el diagnóstico y tratamiento requiere considerar ciertos factores.
Lo primero que debemos hacer es analizar las propuestas de las principales aseguradoras, comparando tanto el precio como los tipos de cobertura. No podemos olvidar que la clave en la elección radica en encontrar el producto que mejor se ajuste a nuestras necesidades. En este sentido, vale la pena estudiar:
Los centros, el cuadro médico y la cobertura dental
Otro factor que incide en la decisión es la disponibilidad de centros médicos cercanos a nuestra ubicación. De nada sirve contratar una póliza de cobertura total si las clínicas afiliadas a la aseguradora no se encuentran dentro del área en la cual acostumbramos a estar.
Asimismo, conviene prestar especial atención a las empresas que brindan la posibilidad de ser atendidos por los médicos que ya conocemos.
La asistencia dental se encuentra entre las más solicitadas y costosas. En este sentido, debemos verificar que el seguro cubra los servicios básicos dentales en lugar de tratarlos como una subvención adicional.
Los copagos y la asistencia internacional
En la actualidad, sólo las mejores empresas de seguro ofrecen los copagos. De esta forma, la cantidad de ocasiones que disfrutamos del servicio, puede llegar a influir tanto en el pago como en el valor de las cuotas mensuales.
Respecto a la cobertura internacional, es un punto de gran interés para los que acostumbran a viajar de forma frecuente, sobre todo, si sus destinos son países en donde la asistencia médica pública es precaria o demasiado costosa.
Condiciones en cuanto a la edad y coberturas adicionales
Las necesidades médicas de los adultos mayores son diferentes a las de una persona joven. De esta manera, en lo que respecta a las coberturas de salud, las aseguradoras acostumbran a estipular condiciones especiales para los beneficiarios que superan los 60 años de edad.
En cuanto a las coberturas especiales, si lo que buscamos es asistencia total debemos corroborar el acceso a servicios especiales tales como planificación familiar, ginecología, control de natalidad, psiquiatría y ginecología.
Las necesidades personales determinan el mejor tipo de seguro
Aun con los criterios antes expuestos, la variedad de modalidades, condiciones y coberturas complica la decisión a la hora de elegir uno de los tantos productos que ofrecen las aseguradoras.
Afortunadamente, parte del camino se reduce a responder ¿qué necesidades queremos cubrir? ya que es lo que determina el tipo de seguro más adecuado. En general, existen tres clases de pólizas médicas: básica, completa y de reembolso.
De esta manera, mientras el seguro básico es ideal para quienes desean asistencia ambulatoria, acceso a pruebas diagnósticas y procedimientos terapéuticos simples, el completo incluye estos servicios, así como hospitalización, tratamientos e intervención quirúrgica.
Por su parte, el seguro de reembolso brinda la posibilidad de escoger los centros y médicos, además de todos los servicios de una póliza completa.
Cuidado con las modalidades
Los seguros básicos y completos comparten la opción de escoger entre dos modalidades: con copagos y sin copagos, entender su funcionamiento puede ahorrarnos muchos dolores de cabeza.
Básicamente, la modalidad con copagos es perfecta para los que acuden al médico de manera eventual, ya que les resulta más conveniente pagar una prima relativamente baja y abonar cierta cantidad de acuerdo al servicio utilizado.
En contraposición, los seguros sin copagos liberan de los gastos adicionales a cambio del abono obligatorio de una prima estándar sin importar el uso o no de los servicios médicos.
Atención a las enfermedades preexistentes
Las aseguradoras exigen a los interesados completar un cuestionario de salud. El formulario tiene como objetivo evaluar el perfil y nivel de riesgo que la empresa asume con la contratación del servicio.
Es indispensable declarar la existencia de enfermedades diagnosticadas o iniciadas antes de la firma del contrato.
Esto obedece a que, en de acuerdo a las preexistencias, las compañías pueden tomar la decisión tanto de rechazar la solicitud, como de modificar la prima o las coberturas ofrecidas.
De ello se entiende la necesidad de recurrir a asesores especializados que consigan acuerdos favorables con los proveedores, o lo que es igual, contrataciones que no incrementen demasiado los precios, ni comprometan el nivel de amparo.
En conclusión, es igual de erróneo adquirir una póliza que no vamos a utilizar, que escoger una que no cumpla con las expectativas.
En la elección de un seguro de salud la decisión debe basarse en función de nuestras circunstancias médicas, de esta forma, evitamos tanto tener que pagar por coberturas que no necesitamos, como quedarnos cortos al momento de contratar.