Después de casi un mes desde que el mundo recibía la noticia de la aparición de una nueva variante británica del SARS-CoV-2 el pasado 14 de diciembre, el aumento de los contagios por esta cepa ha llegado a imponerse en 50 países de todo el mundo, entre los que se encuentra España.
Así, esta variación de covid, que se ha convertido en menos de tres semanas en la más común de Reino Unido, ha comenzado a volverse preocupante para los expertos, pues prevén que será la causante de un incremento en los contagios y las muertes causadas por el Covid-19 a nivel mundial.
Contagios oficiales España
El Ministerio de Sanidad cuenta a 20 Minutos que son ya 99 los positivos confirmados de esta cepa en España.
Síntomas
Lo que caracteriza a esta variación británica es el un conjunto de 14 mutaciones diferentes que han dado lugar a cambios en la estructura del virus como, por ejemplo, su composición de aminoácidos. Ahora bien, esto no tiene por qué significar que sus síntomas se diferencien con los provocados por el ya clásico Covid-19.
Los aspectos que hacen única a esta variante son exclusivamente dos: la transmisión y su detección. Y es que, tal cepa es un 70% más transmisible que el modelo original que se instaló en Europa durante el primer tramo del año; así como solo existe un tipo de prueba PCR que es capaz de detectarla, pues se diferencia en la codificación de la proteína espiga que el virus utiliza para acoplarse y acceder al organismo.
El por qué de estas peculiaridades aún está en manos de muchos científicos. Aunque ya muchos estudios como el llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Birmingham y el organismo gubernamental Salud Pública de Inglaterra, aseguran que dicho aumento en la trasmisión se debe a que la cepa se replica en la garganta.
Dejando a un lado estas dos distinciones, la respuesta del organismo se mantiene exactamente igual tras su contacto con el virus. Es decir, los síntomas más frecuentes de todo aquel contagiado serán fiebre mayor a 38 grados, molestias en la garganta, pérdida del olfato o gusto, malestar corporal y dificultad respiratoria, dolor de cabeza son parte de la sintomatología.
En cuanto a su tratamiento, este será el mismo que el aplicado desde comienzos de 2020. Por lo tanto, todo aquel que enferme deberá descansar, beber mucho líquido y comer alimentos nutritivos. Además de permanecer en una habitación separada de los demás miembros de la familia o convivientes, utilizando siempre que sea posible un baño exclusivo, que deberá limpiarse y desinfectarse frecuentamente, al igual que todas las superficies tocadas.
En el caso de que el infectado empeore, es recomendable que acuda a un especialista médico, al que se avisará a través de una llamada telefónica.
Similitudes entre las cepas
La cepa británica o VUI-202012/01 no es la única mutación del virus con la que convive la población. El pasado octubre comenzaba a manifestarse la cepa sudáfricana, conocida como la variante 501.V2, extendiéndose por diferentes lugares del mundo con gran rapidez y este mismo mes de enero, expertos japoneses han detectado una nueva cepa proveniente de Brasil que parece ser distinta a las dos anteriores, aunque comparte ciertos aspectos.
Pese a que afectan a diferentes sectores del organismo, las tres variantes comparten el alto porcentaje de transmisión que provocan. La razón que explica que todas ellas sean mucho más contagiosas es que el virus ha desarrollado una metodología que permite que el acceso a las células humanas sea más rápido y efectivo.
Preocupación entre los expertos
Uno de los aspectos más preocupantes que expone la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la pérdida de eficacia de los test PCR ante el diagnóstico de la cepa británica, ya que la mayoría de estas pruebas «utilizan como diana el gen de la espiga (S) del virus”.
Al mismo tiempo, la institución también advierte que la tercera “variante preocupante” hallada en Japón puede tener un impacto en la respuesta inmunitaria y necesita ser más investigada.
En cuanto a España, Simón señala que los registrados hasta el momento «no son muchos casos», y que «llegaremos a tener varios cientos de casos asociados a esta cepa». Eso sí, «si se establece transmisión de la cepa en España la detectaremos con mas frecuencia», subraya.
Pero el director opina que «el problema» del aumento de contagios en el país se debe exclusivamente a «nuestro comportamiento». Por lo que incide en que no será necesario un confinamiento domiciliario para evitar la nueva ola. «Si somos todos conscientes de la parte que nos toca a cada uno y somos realmente solidarios unos con otros y las instituciones hacen el trabajo que tienen que hacer, yo creo que podemos conseguir controlarlo sin necesidad de confinamiento domiciliario».