Tras varios meses de la implantación de medidas para frenar la transmisión de la pandemia del SARS CoV-2 en Tenerife, varios expertos valoran en el DIARIO los motivos por los que no están funcionando. Solicitaron al Gobierno regional más contundencia en su cumplimiento ante el temor del repunte de positivos tras las fechas navideñas, lo que pondrá al sistema en apuros.
Guillermo de la Barrera, presidente de la Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Canarias (Adspc), afirmó que “la situación no se está solucionando. No están controlando si funcionan las medidas y lo único que ha hecho el Gobierno ha sido ampliarlas 15 días más. Vamos a llegar a Navidades con unos índices malos y, si no se toman medidas, esto va a empeorar”.
Por tanto, pidió medidas más estrictas. “No podemos seguir teniendo botellones por las noches, gente reunida sin mascarilla y otros fumando por la calle. Hay un gran problema de conciencia ciudadana, que no está colaborando, y el Gobierno no está obligando a que se cumplan las normas. Por tanto, hay que tomar medidas más estrictas y sancionar duramente los incumplimientos”. Además, “los servicios sanitarios no podrían soportar un nuevo repunte en enero”.
Aseguró que se está fallando en los confinamientos y el control de la ciudadanía. “No basta con decir que no hagan una cosa, hay que comprobar que no se está haciendo”. “No hemos tenido muchos rastreadores puros, todo el peso del sistema estaba en Atención Primaria, y ya estaba saturado con sus labores diarias”, manifestó De la Barrera.
Por su parte, Rodrigo Martín, presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, recordó que “nos consta que hay casos en que las pruebas de PCR tardan en realizarse más tiempo del aconsejable en las Zonas Básicas con mayor incidencia” y quizás “se podrían utilizar los test de antígenos”. Señaló que tiene constancia de problemas en los rastreos, “debido a que el primer seguimiento lo hace el médico de familia y luego, si se necesita profundizar, lo pasa a los rastreadores, que deberían comunicarle el resultado de su trabajo, pero ese protocolo también tiene defectos y no funciona muy bien”.
Martín afirmó que “las medidas están bien, el problema es que hay que llevarlas a su total efectividad y, por tanto, hace falta más presencia de las fuerzas de seguridad. Todos conocemos las normas hasta la saciedad, así que el que no las cumple es porque no quiere, las desprecia y pone en riesgo a los demás”. Si seguimos con la misma progresión, “en enero podríamos tener muchas más complicaciones y muertes. Tememos que, tras las reuniones de Navidad, se desbordarán los positivos, porque no hemos bajado la incidencia”, sentenció.
Antonio Sierra López, excatedrático de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, abogó por “ahondar en el origen de los incumplimientos en Tenerife”, pero recordó que se deben a reuniones familiares, sociales y algunas laborales, “para ver qué otras medidas restrictivas tenemos que aplicar”, pero, por el momento, las considera suficientes. Teme que las restricciones en Navidad, “en ocasiones, no van a ser cumplidas, con lo cual tendremos un importante pico de enfermos en enero”. Destacó la restricción de seis personas en las reuniones familiares por la “alta transmisión comunitaria” y se mostró preocupado por “los familiares más vulnerables”.
Cuestionado por los requerimientos disponibles en Tenerife, aseguró que “los recursos en rastreos y los centros para hacer las PCR son suficientes y tienen capacidad. No hay una explicación fácil a lo que está ocurriendo. No podemos bajar la guardia, este virus se nos escapa a la mínima”.
Por su parte, Luis Ortigosa, presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife, afirmó que “no se acaba de dar con la solución. El Gobierno tomó medidas más estrictas para controlar los botellones, el cierre de actividades nocturnas, el control de restaurantes…, pero si paseas por las calles es terrible la cantidad de gente que hay. Están saliendo casi sin ningún miedo, han bajado la guardia y no son conscientes del peligro que supone cuando los contagios entran en la familia”.
Ortigosa considera que el comité de expertos y el Gobierno de Canarias “han tomado unas medidas correctas, y viendo que una parte de la población no cumplía, amplió las restricciones, “pero hay que redoblar los esfuerzos en el cumplimiento de las medidas actuales, sancionando con más dureza”. Recordó que “la gente está agotada”, sobre todo los sanitarios, “que están cansados y desmoralizados, porque ven que la gente no tiene cuidado”.
Levy Cabrera, secretario de la Confederación Estatal del Sindicato Médico (CESM) en la provincia, achacó los casos en la Isla “al descontrol, sobre todo, nocturno”. Reconoció que hay “más empeño en la vigilancia del cumplimiento de las normas”, pero se mostró perplejo “porque no hayan bajado los casos, pues se incumple en todas las Islas”. Por tanto, “quizás se ha tardado en tomar decisiones más contundentes, como aplicar un toque de queda que, combinadas con el resto de medidas, hubieran tenido una mayor eficacia”.
Reconoció algunas quejas de usuarios, “porque los rastreadores no les llaman en tiempo y forma adecuada”. Asimismo, recordó que la tarea de buscar los contactos de los positivos “era demasiado para algunos médicos de Primaria”, y se ha derivado cada vez más “a que sean los rastreadores”.
Miguel Ángel Ponce, neumólogo del Hospital Doctor Negrín, aseguró que “estamos preocupados de cara al repunte de enero, porque lo que observamos es que hay un relajamiento evidente. Después de dos meses de restricciones, no se evoluciona. No se están haciendo las cosas igual de bien que en Gran Canaria. Creo que no se están revisando y autoevaluando los protocolos. Algo está fallando también en las residencias, pues ya van por cinco brotes”. Además, recordó que los cribados no funcionaron “debido a que no se incentivó a la población”. También incidió en que ha fallado la búsqueda activa “de incumplimientos, del control de mascarilla, aforos en recintos cerrados o transportes públicos”. En este ámbito, reconoció que los inspectores trabajan sin directrices ni criterios ni planificación claros”.
El también diputado del PP abogó por “dar un paso más en las medidas restrictivas y buscar otras fórmulas. Estamos llegando tarde. Si no se toman medidas antes de llegar a Navidad, la situación se va a complicar a finales de diciembre y enero”.