Javier de Loño: “Los padres están abducidos por los hijos, no tienen autoridad”

El especialista en pediatría y salud mental infanto-juvenil advierte de que el uso del teléfono móvil en las aulas ha fomentado el acoso y el fracaso escolar, el sedentarismo y la obesidad
El especialista Javier de Loño se muestra preocupado por los efectos del teléfono móvil. Foto / Sergio Méndez
El especialista Javier de Loño se muestra preocupado por los efectos del teléfono móvil. Foto / Sergio Méndez

El especialista en pediatría y salud mental infanto-juvenil Javier de Loño Capote sostiene que en muchas ocasiones “los padres no ponen límites, están abducidos por los hijos y no tienen autoridad”. El experto ofreció ayer en el Parlamento de Canarias una conferencia que giró en torno a los trastornos psicosomáticos y las enfermedades en la infancia por causas psicológicas y emocionales, dirigida sobre todo a familias, educadores y profesionales sanitarios. En una entrevista concedida a DIARIO DE AVISOS, De Loño alerta de que el móvil entre niños y adolescentes “es una herramienta que mal utilizada es muy peligrosa; tiene unas características muy positivas de posibilidad de conectar, pero un niño con 8 u 11 años no sabe manejar bien el móvil, con todo el contenido que hay de sexualidad o agresividad realmente patógenos”.

El especialista reconoce como una de sus obsesiones en sus 45 años de trayectoria profesional en la materia que “la aparición del móvil, hace unos 10 años de forma permanente, ha hecho que haya más acoso escolar, bullying, más fracaso escolar, sedentarismo y obesidad”. Asimismo, recalca el alto índice de obesidad juvenil de las Islas, por encima del 50%, siendo la cifra más alta de España, “y esto es, en parte, culpa del móvil”. Explica, además, que se han apreciado en menores casos de dependencia del teléfono, el cual se ha convertido en una “adicción”. Además, alerta de que el caso de la aparición de este problema en edad más temprana lo detectó en un paciente de ocho años.

Recomendación

El especialista, que fue jefe de la Unidad de Salud Mental Infantil del Hospital la Fe de Valencia, sugiere al Gobierno de Canarias “que tome en consideración la experiencia de profesionales” y limite el uso del móvil en los centros escolares, sobre todo, a menores de 14 años. “Un niño tiene que jugar, leer, hacer deporte; qué hace un niño con un móvil”, se cuestiona.
Entre los efectos negativos del uso del dispositivo en los centros escolares señala la falta de rendimiento escolar, el acoso escolar o que no haya atención para aprender. “Después de los 14 años, que el niño lleve el móvil, sabiéndolo utilizar y si el rendimiento escolar ha sido positivo”, añade.

El experto alerta, así, de la “falta de límites por parte de los padres, y que la autoridad de estos ha ido desapareciendo”, lo que fomenta que los menores lleven la voz cantante en muchas ocasiones. “Los padres tienen miedo a enfrentarse con sus hijos y a los profesores se les ha quitado la autoridad, están en manos de los padres y los hijos y las aulas son una bomba de relojería”.
En cuanto al hecho de que se pueda usar el móvil para fomentar el acoso escolar entre adolescentes, De Loño explica que “lo que hace un niño es buscar evasión, divertirse y, a veces, fastidiar. En ocasiones se encuentran mal y se dedican a hostigar al otro, por esa frustración que no saben tolerar y piensan que con eso se alivia. El móvil es una herramienta de hostigamiento muy perjudicial, que incrementa los acosos”.

Las causas psíquicas que más afectan a niños y jóvenes son las depresiones, crisis de ansiedad, fobias, temores a ser invadidos
-algunos motivados por los juegos electrónicos-, a ser engañados, a que hablen mal de uno o miedo a morirse, según su experiencia profesional. Destaca que siguen presentes en estas edades cuadros de alimentación, como anorexia y bulimia, aunque “no tanto como hace una década”.

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