Esteban Afonso lleva presidiendo el emblemático Orfeón La Paz de La Laguna más de 25 años y acaba de ser reelegido por otros cuatro años más, hasta 2020. El Orfeón está ahora metido de lleno en la organización de la celebración del centenario de la institución y en su proyecto más ambicioso, la renovación integral de su histórica sede en pleno casco histórico de La Laguna, que esperan inaugurar para finales del año 2018.
-¿Se plantea dejar la presidencia en algún momento?
“En 2020, que ya llevaré 32 años, me plantearé dar un paso atrás. Seguiré posiblemente en la directiva pero para que otro compañero ocupe la presidencia”.
-¿Y con casi 30 años ya en la presidencia se sigue con la misma ilusión que el primer día?
“Pues sí porque cada día son proyectos nuevos y también problemas nuevos, hay que afrontar nuevas cosas e ideas. Las nuevas generaciones van empujando e incluso ellos intentan encauzar lo que tratamos de hacer y eso es bastante importante. Tenemos proyectos muy novedosos y seguimos trabajando con mucho entusiasmo y ahora ha habido una renovación en la directiva con la incorporación de nueva sangre y esperamos estar en el buen camino. Sabemos que cometeremos errores pero el que no hace cosas no se equivoca”.
-¿Cómo va el proyecto de la reforma de la sede del Orfeón?
“Supone la renovación total del Orfeón, tendremos una cara nueva y vamos a intentar sacar el máximo rendimientos a las instalaciones porque se hacen muchas actividades y a veces tenemos falta de espacio. El comienzo es inmediato, a lo largo de 2017. Los planos se han presentado ya al Gobierno, el Cabildo y el Ayuntamiento y ya los hemos puesto en el hall del Orfeón para que los propios socios apunten alguna sugerencia, que estamos en el momento de ratificar los planos. El presupuesto es de casi 900.000 euros con impuestos incluidos y pondrán el Gobierno, el Cabildo, el Ayuntamiento y el Orfeón. Hemos hablado con ellos, nos han dicho que sí y vamos a empezar a cerrar convenios y esperamos que todo vaya por buen cauce. Dicen que van a estudiarlo para recogerlo en los presupuestos de 2017, por el capítulo VII de subvenciones. En el Orfeón hicimos también una asamblea de socios para solicitar una derrama para incorporar su parte, que serán unos 60.000-70.000 euros”.
-¿Qué contempla concretamente el proyecto?
“Uno de los problemas que tenemos son las salidas de emergencia para que el teatro reúna todas las condiciones legales. Habrá unas escaleras desde la planta del teatro que saldrán hacia la calle. Y se mejorarán los vestuarios y la cabina de sonido. También se cambiarán los servicios porque ten en cuenta que este edificio se inauguró en 1972, pues tiene bastantes deficiencias. Parte del techo es también de uralita y hay que quitarlo. Y rentabilizar los espacios. En la parte alta tenemos un hall enorme pues pondremos puertas de guillotina para que mientras se actúe en el teatro contemos con otro espacio para hacer más actividades; en la zona de abajo, los escaparates de los locales se van a llevar hasta la calle para tener más espacio, el hall se mantiene así y la fachada principal no va a cambiar. Queremos dejar un edificio moderno y donde haya mucha actividad cultural”.
–¿La idea es que el edificio esté listo para la celebración del centenario?
“Esperamos que para finales de 2018 tengamos una nueva y gran instalación, no solo para el Orfeón sino para toda La Laguna, porque también vamos a intentar que el Orfeón sea declarado entidad de utilidad pública. La fecha más importante de la celebración del centenario es el 2 de febrero de 2018, porque es cuando el Orfeón se fundó, pero en 2017 ya empezaremos a trabajar con la visita a todos los municipios de la Isla, porque en 2018 no tenemos tiempo de hacer todo. Pero el punto de arranque principal será el 2 de febrero de 2018, cuando queremos actuar en la basílica de Candelaria, que fue donde nos fundamos, se lo hemos comunicado al obispo pero hay que pedirlo formalmente, y por la tarde en la catedral”.
-¿Qué más contempla el programa que estáis elaborando para celebrar este centenario?
“Tenemos prevista una gira a las ciudades Patrimonio de la Humanidad, al resto de las islas e incluso tenemos prevista alguna visita a Europa, por ejemplo, estamos haciendo gestiones para estar en el Carnaval de Alemania, en 2017 o 2018. Y luego en 2018 tenemos previsto un gran concierto en la plaza del Cristo, con motivo de las fiestas del Cristo, donde estará la orquesta sinfónica de Tenerife junto con el Orfeón y solistas de primer orden que han pasado por nuestra entidad y que estamos pendientes de confirmar la fecha. Haremos también muchas cosas en el teatro y el auditorio. Y vamos a solicitar también una audiencia por la Casa Real e incluso estamos trabajando para un viaje a Roma en 2018. Todo esto en el marco de la celebración del centenario del Orfeón. También hay una comisión que está trabajando en una estatua conmemorativa para 2018, estamos intentando que vaya en la zona de la Concepción y que posiblemente se haga por una recaudación popular, igual que el edificio del Orfeón fue construido popularmente. Y se hará un libro también”.
-¿Por dónde pasa el futuro del Orfeón?
“Queremos crecer porque estamos muy limitados, y estamos viendo también la posibilidad de salir al mar como el Círculo de la Amistad o conseguir otra casona por aquí cerca que podamos unir y hacer instalaciones deportivas para los socios y restaurantes… Buscar nuevas alternativas a la sociedad en que vivimos”.
-¿Para hacerlo también más atractivo también para los jóvenes?
“Para eso necesitamos cosas, sobre todo en el tema deportivo, ahí tenemos deficiencias. Estamos trabajando en eso, o en poder llegar a un acuerdo con alguna entidad de este tipo. Pero ahora mismo estamos haciendo bastantes socios jóvenes y estamos contentos”.
-¿Está siendo difícil lograr encontrar esas alternativas de espacio para crecer?
“Estamos trabajando, tenemos varios horizontes. Hay una casona cerca de aquí con la que se podría hacer un pasillo y que podría ser perfecta y tiene un solar donde podrían ir instalaciones deportivas. Pero los dueños actuales no quieren vender de momento, pero creo que vamos en el buen camino”.
-Como hermano mayor de la Hermandad del Padre Anchieta, ¿qué le parece que por fin parezca que el proyecto del museo está encarrilado?
“Posiblemente dejaré pronto el cargo de hermanos mayor pero estoy muy contento porque hace tres años esto era negro y ahora todo es blanco. Yo tuve el honor de estar en Roma cuando Anchieta fue santificado y también fui el que habló ante el Papa y los fieles y fue un honor para mí. Y creo que en este mandato por fin se podrá lograr que la casa sea un museo abierto”.
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