Si pierde Susana Díaz

Millones de españoles que alguna vez han votado al PSOE habitan de meses o años a esta parte en tierra de nadie, políticamente abandonados, durmiendo electoralmente a la intemperie. Con el PP ocupando el margen derecho del río y el podemismo acampado en el izquierdo, un ejército de votantes socialistas ha pasado demasiado tiempo sin saber a qué atenerse, desmovilizado, huérfano, haciéndose querer a ratos a derecha e izquierda porque han dejado de llegar noticias de los suyos de siempre, abandonados por sus siglas, arrojados a otros brazos, convertidos los millones de ciudadanos que en alguna ocasión o en muchas votaron al PSOE en la traducción doméstica de lo que los estadounidenses denominan flyover states, estados o territorios que la realidad ha vaciado de oportunidades, convirtiéndolos en trozos de nada por los que se pasa camino de otra parte.

El PSOE necesita resucitar (captar) a quienes, feligreses constantes o intermitentes de sus siglas, hoy por hoy asoman en las encuestas dando tumbos, confundidos, atrapados electoralmente en el flyover state que la crisis socialista les ha puesto bajo los pies. Susana Díaz es la mejor opción. Si los militantes imponen el romanticismo de Sánchez y dan la espalda al realismo de Díaz empadronarán al PSOE en un espacio sociológico-electoral por el que sus votantes tradicionales pasarán camino de otra parte, en unos casos camino del PP y en otros en dirección al tono -inalcanzable para los socialistas- del coro de Iglesias. Las elecciones se le ganan al PP desde el centro-izquierda. El discurso de Sánchez es tentador pero en ningún caso ganador. Susana Díaz es la mejor opción porque con Sánchez al frente del partido tanto el PP como Podemos lo tendrían más fácil. Si no gana Susana Díaz el PSOE será un lugar por el que sus votantes pasarán camino de otra parte.