Crisis en el sector del plátano, que amenaza con romper su unidad

La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) vive inmersa en una profunda crisis. Y es que la atomización, la disparidad de criterios y la crítica interna, sin asumir propuestas para abordar conjuntamente la situación del mercado, amenaza formalmente con hacer saltar por los aires el modelo elegido para gestionar la comercialización de la oferta.

El sector platanero no ha podido navegar en aguas calmas, pero ha sido en estos últimos años cuando la tensión se ha recrudecido, con el enfrentamiento interno que pone al descubierto que las entidades que representan a los agricultores están inmersas en una preocupante tempestad. En febrero del pasado año las seis organizaciones de productores que constituyen Asprocan acordaron elegir al gerente de Cupalma, Domingo Martín, para que ocupara la presidencia de la organización, tras abandonar el cargo, de manera sorpresiva, el empresario Henry Sicilia, quien admitió no sentir el “imprescindible” respaldo de los asociados.

El anuncio reciente de abandonar Asprocan por parte de Agrícola Llanos de Sardina y Europlatanos, así como la disparidad de criterios que muestran las cuatro organizaciones restantes, donde cabe apreciar la existencia de dos bloques claramente diferenciados, muestra la atomización y el distanciamiento del sector en un momento de vital importancia. Entre el cruce de acusaciones y posicionamientos cabe destacar el anuncio hecho público por parte del Consejo Rector de la cooperativa Covalle, de La Palma, que forma parte de Coplaca, de no empaquetar plátanos la tercera semana de este mes, pidiendo, además, a las otras cooperativas que secunden su propuesta.

A todo esto se une un reciente comunicado de COAG-Canarias en el que muestra su “preocupación”por esta situación e insta a las entidades y organizaciones a que tengan “altura de miras”. Las guerras entre entidades para “robarse” agricultores, o la adopción de decisiones de mercado cortoplacistas, que a medio y largo plazo pueden suponer un fuerte lastre para el conjunto de los productores, deben evitarse, según indica claramente la COAG en su comunicado. Y señala que las soluciones pasan por avanzar en la planificación de las producciones, en armonizar la selección de las categorías entre entidades y en concertar en los ámbitos de la producción y comercialización aquello que la legislación permite. También, en utilizar eficazmente y cuando sea necesario los instrumentos de retirada o pica, aunque con una estrategia a medio y largo plazo para ir reduciendo su aplicación.

Y es aquí donde, a juicio de la COAG, está el problema. El plátano es un sector donde la unidad de acción le ha permitido ir consolidando un reconocimiento y valoración a su producto en el mercado.

Sin embargo, a raíz de la caída de los precios de las últimas semanas, y las decisiones de retirar del mercado miles de toneladas, se han estado produciendo reacciones por parte de distintas entidades de comercialización que amenazan esa unidad de acción.