Cuatro psicólogas tinerfeñas formarán parte de la Red Nacional de atención a víctimas del terrorismo

Algunas de estas psicólogas forman parte de la Comisión de Emergencias del COP, y colaboran actualmente en algunos de los proyectos que lleva a cabo el Colegio, a través de su programa de Psicología Solidaria y otros

Cuatro psicólogas del Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife han sido seleccionadas para formar parte de la Red Nacional de profesionales de la Psicología para la atención a víctimas de terrorismo.

Esta red se ha puesto en marcha a raíz de un convenio de colaboración firmado entre el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos y el Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, con el fin de garantizar una atención contrastada y de calidad a estas víctimas.

Las psicólogas seleccionadas para la Red son Mª del Carmen Herrera Franquis, Mª Pilar Tallo García, Mª Carmen Bernal Martínez y Mª Candelaria García Lopez. Todas cuentan con acreditación sanitaria y cumplían los requisitos exigidos en cuanto a formación y experiencia en intervención psicológica con personas con trastornos derivados de situaciones traumáticas, pérdidas, terrorismo, delitos, agresiones o catástrofes.

De hecho, algunas de estas psicólogas forman parte de la Comisión de Emergencias del COP, y colaboran actualmente en algunos de los proyectos que lleva a cabo el Colegio, a través de su programa de Psicología Solidaria y otros.

Precisamente, la secretaría general para la Paz y la Convivencia del Gobierno vasco acaba de publicar una guía general de buenas prácticas en el trato con víctimas del terrorismo que evite la victimización secundaria.

Esta guía contiene recomendaciones para mejorar el trato que se lleva a cabo con las víctimas de delitos de terrorismo, entre las que se pone el mayor acento en asegurar el trato digno, lo que implica poseer conocimientos y experiencia en habilidades de comunicación.

Entre dichas habilidades se cita la escucha activa, la empatía y la asertividad, no emplear actitudes paternalistas y adoptar un enfoque integral, que tenga en cuenta todos los factores personales y contextuales que pueden afectar al proceso de recuperación de cada persona.

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