África y los niños enfermos de cáncer. Esas son las dos claves sobre las que el jurado de los Premios Canarias 2016 ha escogido en esta ocasión al periodista José Naranjo, al doctor Luis Mateo López y a la ONG Pequeño Valiente, un veredicto que se dio a conocer ayer. Los tres galardones responden a las categorías de Comunicación, Acciones Altruistas y Solidarias e Internacional, y serán entregados en la tradicional ceremonia que se llevará a cabo el 30 de mayo, Día de Canarias. La asociación Pequeño Valiente, que asiste a niños con cáncer y sus familias durante el duro y complejo trance de la enfermedad, fue creada en 2006 por un grupo de padres que se rebelaron ante las carencias y necesidades que requiere la atención hospitalaria a menores con patologías oncológicas. Desde entonces han ayudado ya a más de 250 niños isleños.
Su presidente, José Jerez, señaló al DIARIO que este premio supone un “espaldarazo” a la labor que vienen realizando, “y ojalá sirva para conseguir más recursos para los menores y sus familias”. “Han sido 10 años de lucha a pie de cama, por mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes y también de sus hermanos, sus padres…, de todo su entorno”, agregó José Jerez, quien también tiene un hijo afectado por la enfermedad. En su opinión, la aportación de Pequeño Valiente en la planta de Oncohematología del Hospital Insular Materno-Infantil de Las Palmas (el lugar que sirvió de punto de partida para la ONG) ha sido “determinante” durante este tiempo, con una mejora sustancial tanto en su aspecto como en sus prestaciones. No en vano, dos de los primeros logros fueron la reserva de plazas de aparcamiento gratuito y la comida en planta para los padres de los niños. Tras esto, vinieron el aire acondicionado, el mobiliario, la televisión o una aportación económica para reformas, entre otras acciones. A partir de ahí, en el año 2009, Pequeño Valiente ingresó en la Federación de Padres de Niños con Cáncer, y cuatro años después en el registro de entidades colaboradoras en la prestación de servicios sociales. Ya en 2014, el colectivo fue declarado Entidad de Utilidad Pública, y ese mismo año comenzó a trabajar con familias de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. En apenas unos meses, y merced al apoyo de algunas administraciones, empresas privadas, donantes y socios colaboradores, la asociación pudo disponer de una sede administrativa permanente en el complejo deportivo Islas Canarias en La Laguna, y también con un piso de acogida en El Sobradillo, donde pueden alojarse familiares de niños con cáncer de otras islas o de municipios del Norte y el Sur.
Por ende, Pequeño Valiente está trabajando en la creación en Gran Canaria de un centro multidisciplinar para atender a niños y adolescentes de todo el Archipiélago que quedan con secuelas tras sufrir la enfermedad.
Por su parte, el periodista grancanario José Naranjo (Telde, 1971) recibe el Premio Canarias de Comunicación por su labor de difusión del continente africano, especialmente del fenómeno de la inmigración. “En 2008 sentí que no estaba hecho para estar sentado en la redacción de un periódico, y decidí marcharme para contar las cosas que ocurrían en África”, relata un José Naranjo que lleva más de una década realizando reportajes y recogiendo testimonios por el sur de Marruecos, el Sáhara Occidental, Argelia, Mali, Senegal, Gambia, Cabo Verde o Mauritania, entre otros. A lo largo de su trayectoria ha sido galardonado con los premios Antonio Mompeón Motos de Periodismo, en 2006; y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española, en 2007. “La inmigración es uno de los problemas más visibles de África, pero también muestra la cara más insolidaria de Europa, como vemos ahora en Grecia o Turquía con los refugiados”, manifestó Naranjo, que en la actualidad reside a medio camino entre Senegal y Mali y trabaja como freelance para medios como El País, Cadena Ser, Mundo Negro y La Provincia. También imparte talleres para estudiantes de Periodismo en Madrid, es autor de los libros Cayucos (Debate 2006) y Los invisibles de Kolda (Península 2009) y ha participado en otras muchas publicaciones sobre el complejo fenómeno migratorio.
“Este premio supone el reconocimiento para el trabajo que realizan muchos periodistas, y sirve para darle visibilidad al continente africano, del que solo se habla cuando ocurren tragedias en el mar o epidemias como la del ébola”, subrayó Naranjo, quien dejó claro que “Canarias debe estar pendiente de África, porque es un lugar de oportunidades”.
COOPERACIÓN DOCENTE
Precisamente en África ha desarrollado buena parte de su labor humanitaria el cirujano grancanario Luis Mateo López Rivero (Teror, 1959), Premio Canarias 2016 en la modalidad Internacional. Doctor en Medicina y Cirugía, López Rivero cuenta además con un máster internacional en Medicina Humanitaria y es licenciado en Historia. Actualmente es jefe de la Sección de Cirugía Torácica del Hospital Insular de Gran Canaria y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). El jurado ha valorado su labor asistencial y docente, que ha estado acompañada siempre de una gran vocación de ayuda altruista hacia los países africanos con menos recursos. No en vano, después de un amplio periplo por las zonas más desfavorecidas de Chad, Botswana, Angola y Namibia, recaló en Mozambique, donde lleva más de un lustro desarrollando una intensa labor al frente de un proyecto de cooperación con la universidad pública del país (Unizambeze), y especialmente con la mejora de los recursos humanos y materiales de su facultad de Medicina.
Merced a su apoyo, el año pasado se licenciaron 27 médicos mozambiqueños, se prevé que otros 33 lo hagan este curso y cerca de 200 más en 2017. Recientemente, el Cabildo grancanario también decidió conceder una distinción, en la categoría de Solidaridad Internacional, al doctor López Rivero, que fue propuesto por varios ayuntamientos e instituciones insulares y logró un amplio respaldo del jurado.
Tratamiento oncológico y escolarización para menores saharauis
Además de seguir ampliando sus acciones en los hospitales de referencia de Tenerife y Gran Canaria, uno de los retos que afronta Pequeño Valiente es el desarrollo de un proyecto para poder actuar en África Occidental y atender a niños saharauis enfermos de cáncer. Según explica el presidente de la entidad, José Jerez, “el objetivo es traerlos a Canarias para que reciban su tratamiento, al tiempo que son escolarizados”. Para llevar a cabo esta iniciativa, Jerez anima a colaborar con la asociación, que se nutre sobre todo de donaciones y ayudas de sus socios, particulares y empresas.
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