Las cabinas, una reliquia

Santa Cruz de Tenerife es una de las ciudades españolas que tiene más teléfonos en la calle, superando el millar de unidades. La CNMC ha planteado al Gobierno revisar la conveniencia de mantenerlas
El 88% de los españoles no ha usado nunca una cabina de teléfono. / A.G.
El 88% de los españoles no ha usado nunca una cabina de teléfono. / A.G.

Todos recordamos el fabuloso corto de Antonio Mercero llamado La cabina, en la que José Luis López Vázquez, tras realizar una llamada, se queda atrapado y no puede salir a pesar de la ayuda recibida desde fuera. En la era de las nuevas tecnologías, los móviles, la wifi y los wasap, esto nos queda muy lejos, pero lo cierto es que hasta hace unos años las cabinas eran el único medio que existía para comunicarnos cuando salíamos de casa. Hoy, el 88% de los españoles asegura que en su vida ha utilizado una cabina, según el Eurobarómetro 2014.

La irrupción de la telefonía móvil en nuestras vidas ha reducido el número de cabinas telefónicas en España, ya que la demanda de este servicio se ha ido reduciendo. A esto se une la aparición de los locutorios y las calling cards (popularmente conocidas como tarjetas rasca), lo que ha cambiado notablemente el uso de la telefonía.

Actualmente, solo quedan en España 25.820 cabinas de las 108.899 que habían en el año 2000, según datos aportados por Telefónica. En los últimos tres años, la caída ha sido del 32%, lo que hace que sea un servicio deficitario tanto por su bajo uso como por el alto grado de vandalismo que hace que su mantenimiento sea muy costoso. En 2012 el coste neto de estos locutorios alcanzaba los 400.000 euros, en 2013 ya superaba los 1,2 millones de euros.

Es por este motivo por el que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, encargó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) un informe para analizar esta situación, ya que en diciembre de este año finaliza el decreto de adjudicación del Servicio Universal. Este informe, hecho público la pasada semana, aconseja al Ministerio que revise la conveniencia de mantener las cabinas dentro del servicio universal de las telecomunicaciones e incluye también en este pack a las guías telefónicas.

El servicio universal está recogido dentro de la Ley General de Telecomunicaciones y lo que pretende es que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios de telecomunicaciones independientemente de su localización geográfica. En la actualidad, Telefónica, operador encargado de prestar este servicio, cumple con lo exigido en el real decreto de 2011 que obliga a que los municipios más pequeños (hasta 1.000 habitantes) tengan una cabina; además de la exigencia de un teléfono más por cada 3.000 habitantes. A finales de año termina el plazo de este decreto e Industria tendrá que decidir qué es lo que hace, es decir, si mantiene este servicio y sus costes, o empieza a retirar las cabinas de forma paulatina y mantiene, en casos excepcionales, aquellos teléfonos en municipios muy pequeños.

Las ciudades españolas que más cabinas tienen, según datos de Telefónica, son Madrid capital, Barcelona, Valencia, Málaga, Cádiz, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. Todas ellas superan el millar de unidades. Le siguen Alicante y Palma de Mallorca, con cifras próximas al millar.

Francia ya ha entrado en este debate y hace poco decidió excluirlas. En 2014 quedaban 75.000 cabinas y la compañía mayoritaria en este país, Orange, cifró entre 1.000 y 3.000 euros el coste medio de desmontar cada cabina telefónica.

En la misma situación se encuentran las guías telefónicas, que también se incluyen dentro del servicio universal. Según este decreto, todos los abonados tienen derecho a aparecer en la guía y a recibir un ejemplar, pero ya desde el año 2014 las guías solo las reciben aquellos usuarios que la solicitan. La CNMC en su informe asegura que el 52% de los españoles nunca ha utilizado una guía telefónica. Es por ello que el informe aconseja también al Ministerio que sean retiradas y se le quite la condición de universal.

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