“Las Directrices desaparecen en la Ley del Suelo y solo se salvan 13 como maquillaje”

Faustino García Márquez, que coordinó la redacción de la Ley de Directrices de Ordenación General y del Turismo, ve “agujeros negros” en la propuesta de nueva normativa territorial, que a su juicio se aparta del concepto vigente de desarrollo sostenible.
Faustino García Márquez, ex jefe del Servicio de Ordenación Territorial del Gobierno canario y coordinador de la redacción de la Ley de Directrices. / FRAN PALLERO
Faustino García Márquez, ex jefe del Servicio de Ordenación Territorial del Gobierno canario y coordinador de la redacción de la Ley de Directrices. / FRAN PALLERO

“El Gobierno canario solo salva en el anteproyecto de Ley del Suelo 13 de las Directrices de Ordenación General y derogará otras 130, por lo que apenas quedarán elementos puntuales como una operación de maquillaje”. Es la reflexión de Faustino García Márquez, que coordinó la redacción de la Ley de Directrices cuando era jefe del Servicio de Ordenación Territorial del Ejecutivo canario .

Lejos ya de estas funciones como técnico de la Comunidad Autónoma -entonces era presidente del Ejecutivo regional Román Rodríguez-  García Márquez se muestra crítico con el anteproyecto de La Ley del Suelo, pues además advierte de que se va a cambiar el concepto de desarrollo sostenible vigente hasta ahora “por otro adaptable a tiempos de crisis”, como si esta filosofía “sólo fuera aplicable en función de que haya o no bonanza económica”.

Arquitecto de formación, García Márquez observa con preocupación cómo en la futura ley, la Comunidad Autónoma “renuncia a armonizar el planeamiento” en Canarias y a tener “instrumentos de ordenación” con visión regional.

En ese “barrido” de competencias hacia otras administraciones destaca la práctica desaparición de la Comisión de Ordenación del Territorio y el Medio Ambiente (Cotmac), pese a que, a su juicio, tal medida no es necesaria si lo que se quiere es agilizar plazos. “Los retrasos en el planeamiento no tienen causa en la Cotmac, sino en un problema político, pues cada vez que llega una nueva corporación pública, quiere cambiar los planes de ordenación, y se dejan de tomar decisiones políticas por creer que son impopulares”, opina el exfuncionario.

Igualmente cuestiona que se deje a los tribunales el control de legalidad, quitándoselo a la Cotmac, pues la Justicia resuelve a los 5 años y a los denunciantes se les obliga a presentar costosos avales si quieren que se tomen medidas cautelares, por lo que el daño puede ser irreversible.

Previene García Márquez de que en la futura Ley del Suelo existen “agujeros negros” para permitir “la discrecionalidad” política, como la posibilidad de encajar proyectos no previstos en el planeamiento si se declaran de interés insular o autonómico. “Hay cinco o seis instrumentos discrecionales y omnipotentes en el anteproyecto de la ley, con los que se permite hacer cualquier cosa, incluido en suelo rústico”, subraya el urbanista. Desde su lectura personal, “no hay una regla clara para preferir un proyecto u otro; dependerá de las afinidades entre promotores y Administración”.

Otra de las “renuncias” con respecto a las Directrices es la posibilidad de ordenar “el sistema urbano insular” desde los planes de ordenación de cada isla, con una jerarquía y las relaciones en los núcleos de población, que pretendía poner coto a problemas como el de la movilidad, y reforzar los núcleos rurales en lugar de los asentamientos agrícolas, según expone García Márquez.

Tampoco, desde su visión, se han respetado en la Ley del Suelo las disposiciones de las Directrices sobre el paisaje, “que solo se deja a un futuro observatorio sobre esta materia, y desaparece la preservación que hacía la Ley de Directrices de los trozos de territorio sin urbanizar en el litoral 500 metros desde el mar”.

Como reflexión final, el técnico que dio forma a la Ley de Directrices de Ordenación General y del Turismo concluye que la Ley del Suelo se aparta del modelo de desarrollo sostenible aprobado en 2003 por unanimidad en el Parlamento canario, a pesar de su exposición de motivos de este nuevo texto articulado que promueve el Gobierno de CC y PSOE, pues “el papel lo aguanta todo”.

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