El impacto del ‘Brexit’ en Canarias: turismo, segundas residencias y comercio ‘online’

Los británicos deciden hoy si se quedan o se van de la UE, mientras el resto de Europa espera las consecuencias: una libra devaluada, más poder para Francia y Alemania y el auge de movimientos antieuropeos
Los ciudadanos del Reino Unido deciden hoy si continúan o no en la Unión Europea.  / EP
Los ciudadanos del Reino Unido deciden hoy si continúan o no en la Unión Europea. / EP

A David Cameron le ha tocado cumplir su palabra. En las elecciones de 2015 prometió una consulta democrática sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE) y hoy da cumplimiento a esta promesa que tiene en vilo a toda la UE. Independientemente de cuál sea el resultado del referéndum de hoy, el llamado Brexit (British Exit) tendrá consecuencias en los mercados y afectará a la economía tanto británica como europea. Uno de los primeros afectados por una supuesta salida de la UE sería la propia libra esterlina, que sufriría una fuerte devaluación de su valor con respecto al dólar americano, lo que supondría una pérdida de poder adquisitivo en el Reino Unido. El profesor de Finanzas Internacionales en la Universidad Europea de Canarias, Javier Marrero, explicó a este periódico que el país sufrirá grandes recortes y aumento de impuestos, lo que perjudicará enormemente a la clase media.

La libra también perdería valor respecto al propio euro, aunque, en este caso, probablemente en menor medida que con el dólar, puesto que el propio euro también sufriría un impacto negativo importante por el Brexit.

Pero, a la hora de analizar un posible Brexit, hay que tener en cuenta las consecuencias que tendría para el propio Reino Unido y para la Unión Europea. En el primero de los casos, si los británicos deciden que están mejor fuera de la UE, la salida no sería al día siguiente. “Habrá un periodo de unos dos años en los que se tendrá que analizar cómo se realiza esa salida y en qué términos”, declaró Marrero. Además, la excusa utilizada por los británicos a favor del Brexit es que quieren acercarse a un modelo noruego o suizo con un tratado de libre comercio, pero sin ser parte de la Unión Europea. “Esto es un gran error, porque es mucho mejor estar dentro y participar en las normas de ese tratado. Estando fuera tendrán que acatar esas normas y no habrán participado en su elaboración. Volveremos a los aranceles y, en el caso de que llegara a existir una frontera, habría limitaciones importantes a la hora de obtener visados (de días, condiciones para su aprobación…), por lo que la libre circulación tanto de mercancías como de personas entre el Reino Unido y el resto de países de Europa dejaría de existir, siendo más complicado el acceso. A todo esto hay que unir los fuertes recortes que ya se han anunciado y la subida de impuestos que afectará, sobre todo, a la clase media británica.

Fuera del Reino Unido, la afección será importante, pero se terminará arreglando a corto-medio plazo, según declaró Marrero. Más allá del sector turístico, que ante una posible devaluación de la libra y una subida de impuestos podría verse mermado, sobre todo en España, país receptor del mercado británico, los peores augurios para la Unión Europea se presentan en dos direcciones.

En primer lugar, el posible auge de los movimientos antieuropeos, muy fuertes en Holanda y Dinamarca, e incluso en España con Podemos, que podrían coger fuerza con la salida del Reino Unido, y en segundo lugar, el poder franco-alemán, que dejaría al margen de cualquier decisión al resto de los países de la UE, en un momento, explicó Marrero, en el que Europa está en un proceso de apertura e integración con los eurobonos y la unión fiscal.

¿Y cómo afecta a España y Canarias todo esto? Al margen del sector turístico, todos los expertos coinciden en que lo que realmente peligra es la inversión española en el sector financiero. La banca española tiene las mayores inversiones de todos los países europeos en el sector bancario privado de Reino Unido, solo por detrás de EE.UU. “Tanto la banca como las empresas instaladas allí se van a enfrentar a una moneda muy devaluada”. Además, según Funcas, otras capitales financieras de la UE podrían competir con Londres, si Reino Unido ya no puede emitir un pasaporte que ofrezca a las entidades financieras de terceros países acceso automático a la UE, aunque no resultaría fácil reproducir el ecosistema de la City para el sector financiero internacional.

Aduanas comerciales
El Brexit supondría un trato propio de tercer país para Reino Unido. Además, con la pérdida de su acceso sin restricciones a la UE, Reino Unido perdería a sus principales socios comerciales: China y EE.UU. Pero el Brexit esconde otros peligros y consecuencias para el comercio electrónico en España. Los clientes de comercios españoles que vivan en Gran Bretaña tendrían que pagar impuestos de aduanas e impuesto sobre el valor añadido sobre la importación por las compras realizadas en España. Esto significa que las compras transfronterizas serán más caras, por lo que serán menos atractivas para los clientes de Reino Unido, y en caso inverso sucede lo mismo. Además la burocracia se complicaría. Hay que tener en cuenta que entre 800.000 y 1.000.000 de británicos viven al menos una parte del año en España, principalmente grupos de mayor edad con una fuerte dependencia de la Seguridad Social, que podrían ser vulnerables a un escenario de Brexit, dada la posibilidad de que su acceso a los sistemas sanitarios de la UE se vea limitado. Por otro lado, Reino Unido es el principal destino para los emigrantes españoles, sobre todo jóvenes en busca de oportunidades laborales. Para el gerente de Ashotel, Juan Pablo González, Canarias y España sí que tendrán problemas si Reino Unido decide salir de la UE. Para España, los británicos suponen el 25% de los turistas que recibe, y el mercado inmobiliario de segundas residencias también es importante en este colectivo. “Les sería más caro venir a comprar viviendas a España. Tendrían que elegir entre ir a otros destinos más baratos para ellos o acortar su estancia en España, con menor gasto. Además, habría un ajuste fiscal, porque los no residentes que están fuera del ámbito de la UE tributan con otras características que los residentes dentro de los 28, y eso sería un desincentivo para comprar propiedades en Canarias”, puso de relieve.

González señaló también que, en el caso de que entraran en juego los visados, sería “muy malo” para Canarias.

TE PUEDE INTERESAR