A juicio del oso

A juicio del oso, Coalición puede acabar siendo el escaño ciento setenta y cinco, sí, es posible, tanto como que termine siendo el ciento treinta y ocho, ciento setenta o el doscientos ocho -y quien dice Coalición dice Nueva Canarias-. Al oso le hace gracia que en estas Islas algunas voces vendan su piel antes de cazarlo o que, como está ocurriendo estos días, haya quienes sin saber siquiera si lo que tienen delante es un oso ya estén comercializando llaveros, camisas térmicas, alfombras y gorros con su piel. Cree el oso, y con razón, que algunos hacen cuentas partiendo de la equivocada premisa de que el PP obtuvo ciento setenta y cuatro escaños. Se les está pasando por alto -dice el oso, y no sin cierta retranca- que, antes de poner apellidos a los diputados ciento setenta y cinco y ciento setenta y seis, algo, mucho, todo y bastante más tendrán que decir los socialistas, Ciudadanos o el PNV. Hay quienes hacen spoiler sin que los guionistas hayan escrito el final de la serie. Poco a poco. Despacio. El proceso es largo. El plan inicial es el pacto del PP con el PSOE, solo si falla subirá a escena Ciudadanos, solo si suben entrará en escena el PNV, solo si ellos también suben podría empezarse a hablar del ciento setenta y seis, y todo esto si no es que el PP antes de llegar a esa puerta no ha optado ya por echar a andar con mayoría simple. Recuerda el oso, y no le falta razón, que una cosa es la investidura y otra una legislatura más dada a disgustos que a pirotécnicas presupuestarias. Quevedo, de NC, se ha mostrado más prudente que algunas voces de CC. Y es que, como dice el oso, es pronto para saber si Coalición venderá la piel del ciento setenta y cinco o la del escaño doscientos doce, trece o catorce.