Garachico invita a la actividad artística y, por ello, durante cuatro días, creadores de danza contemporánea han ocupado edificios, parques, calles y plazas de la Villa y Puerto, que cobraron vida cultural con motivo de la V edición de Cuadernos Escénicos, un encuentro entre la danza, el público y el medio natural y arquitectónico, dirigido por el bailarín Roberto Torres y organizado por el Ayuntamiento de Garachico con la colaboración del Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y la Fundación La Caixa.
Ayer domingo, la céntrica Glorieta de San Francisco garachiquense acogió la clausura del festival con tres piezas: Inestable, de la compañía Ruedapies (Málaga); Desikasten, de Natalia Medina (Canarias); y A palo seco redux, de Sara Cano (Madrid).
La programación de la quinta edición de este encuentro artístico contempló la participación de una docena de compañías de danza a las que se les propuso realizar coreografías específicas para espacios concretos de Garachico. Una muestra que relacionó la danza contemporánea con el espacio público y que convirtió a Garachico en un escenario donde danza y pueblo potenciaron su valor. Además, se enriqueció el programa con diversas actividades complementarias.
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