El tabaco es la primera causa de muerte evitable en el Archipiélago, entre otras cuestiones porque casi un tercio de la población canaria fuma. Por eso, desde la Dirección General de Salud Pública del Gobierno regional han decidido abordar “de forma integral” su estrategia contra el tabaquismo. En este sentido, y además de los proyectos que ya tiene en marcha el departamento que dirige Ricardo Redondas, como el Pafcan o el ITES para estudiantes de Secundaria, se está trabajando junto a algunos ayuntamientos isleños en la creación de una red de playas saludables en las que no se fume. La iniciativa, similar a la que ha puesto en marcha recientemente la comunidad de Galicia, no supondría cambios de normativa ni un aumento de las restricciones, fundamentalmente porque las playas son espacios al aire libre donde se puede fumar.
“El objetivo fundamental es promocionar una vida sin tabaco, desnormalizar su consumo y reforzar el papel modélico-positivo de las familias, así como promover playas que respeten y cuiden el medio ambiente; porque, por ejemplo, una colilla de un cigarro tarda 10 años en degradarse en el mar, más el tiempo que se acumula donde se arroje, y lleva la huella de los miles de componentes químicos que contiene, como la nicotina o el alquitrán, también tóxicos para la vida marina”, explicó al DIARIO el director general de Salud Pública, quien subrayó que se otorgaría una especie de “bandera azul” a todos aquellos municipios con espacios costeros libres de humo.
“Además de mejorar la limpieza, ayudaríamos a concienciar a la gente de un buen hábito de salud”, destaca Ricardo Redondas, quien recordó que la localidad grancanaria de Mogán cuenta con zonas sin humo en sus playas, aunque en este caso se trata de una prohibición. “No pretendemos que los ayuntamientos, en el marco de sus competencias, prohíban fumar, pero sí que se cree conciencia social, porque estamos convencidos que con una buena campaña de información, la gente dejaría de fumar en las playas”, destacó Redondas.
Aunque el proyecto aún está en sus inicios, en primer lugar se invitaría formar parte de esta red de playas saludables a aquellos municipios con playas de bandera azul, medio centenar en la actualidad en el Archipiélago. A partir de ahí, el objetivo sería que se sumasen más localidades, tanto aquellas que tengan bandera azul como otras que no dispongan de este distintivo, pero que por sus características se considere que deberían convertirse en áreas libres de tabaco. Los ayuntamientos adheridos al programa solo tendrían que comprometerse a colocar la señalización y distribuir una serie de folletos informativos.
[su_note note_color=”#d0d3d5″ radius=”2″]Sin prohibiciones ni multas, dado que se trata de crear “conciencia social”
El acceso a estas playas saludables continuaría siendo libre, nadie vigilaría si los usuarios cumplen o no con la recomendación de no fumar y, por supuesto, tampoco habría multas para quienes decidieran incumplirla y fumasen. Pero desde Salud Pública tienen confianza en que eso no ocurrirá. “La experiencia de otras regiones muestra que son los propios usuarios de la playa sin humo los que advierten y recomiendan a otros que no fumen”, afirman desde Sanidad.[/su_note]