Concha Velasco: “Hay que trabajar como el primer día, el éxito marea y acostumbra”

La reconocida actriz pasa por la Isla para poner sobre el escenario del Teatro Guimerá la historia de Juana I de Castilla (La Loca)
FRAN PALLERO
FRAN PALLERO

Cuando las luces del Teatro Guimerá se encienden para mostrar la obra Reina Juana, aparece sobre el escenario Juana I de Castilla, más conocida como Juana La Loca. Es el cuerpo de Concha Velasco la que la viste y su historia, la que recita la reconocida actriz. Sobre las tablas se proyectan imágenes de la verdadera Juana, la que “pudo ser un personaje perfecto en la obra de Shakespeare”, pero que descubrimos en los libros de la historia de España. Hija de Isabel La Católica, ella era “la más guapa, la más culta, la más envidiada, no dejó nunca de ser reina, la encerraron durante 46 años en Tordesillas, le quitaron a su hija Catalina”, comienza a describir Velasco durante la rueda de prensa de ayer, a propósito de la presentación de la obra que tuvo que añadir un función más para hoy a las 18.00 horas -además de la programada para las 20.30 horas- por la cantidad de entradas vendidas. “A mí lo que me gusta es llenar las salas”, se sincera la actriz.

La obra Reina Juana, escrita por Ernesto Caballero y dirigida por Gerardo Vera, relata la última noche de Juana I de Castilla. “Esos 46 años de su vida son tan apasionantes que ella, en su última noche, accede a confesarse con Francisco de Borja. Esa confesión es lo que contamos en la obra”, añade Concha Velasco. “Cuenta con mucha lucidez toda su vida, sus partos terribles, el momento en que le quitan a sus hijos, cuando conoce a Felipe El Hermoso. Hay imágenes, hay mucha historia”. La obra trascurre en forma de monólogo, aunque lleva detrás un gran equipo y trabajo de iluminación y escenografía. “Estoy yo sola sobre el escenario, efectivamente, pero es un gran espectáculo”, reitera. Un esfuerzo que la actriz asumió con verdadera vocación y dedicación. “Tengo 76 años, llevo trabajando toda la vida, afortunadamente con éxito, siempre digo que es porque tengo muy buena salud y muy buena memoria”.

Los ensayos han sido más bien pocos. “Esta es una de mis obras que menos ensayos ha requerido porque teníamos muy claro lo que queríamos desde el principio. Es la primera vez que trabajo con Gerardo Vera y cuando comenzamos me daba miedo encontrarme con él. Por eso, llevaba todo muy bien preparado, la producción fue magnífica desde el primer ensayo”, señala la actriz. El director le cambió todos sus esquemas de trabajo con un resultado en positivo. Y es que su nivel de autoexigencia siempre ha sido muy alto, es una de las claves de su éxito. “Siempre hay que hacerlo como la primera vez, porque el éxito marea y acostumbra”. Es por eso que todavía sigue leyendo libros sobre Juana La Loca, investigando cada día un poco más en su figura y lo que significó para este país.

FRAN PALLERO
FRAN PALLERO

“Yo vivo el presente. El pasado lo recuerdo sin ningún tipo de nostalgia, a nivel personal con agradecimiento, pero en lo profesional no pienso en el pasado. Para mí, hoy es el primer día de mi vida y Juana es mi último personaje, de momento. Ella ha sido muy importante para mí, muy querida, llega en un momento en el que a las actrices no nos ofrecen papeles tan importantes. Por eso, Juana es hoy el personaje más importante de mi vida”. Reivindicativa, así también se mostró Concha Velasco. Sobre todo al conocer la alarmante estadística de la Asociación de Artitas e Intérpretes Sociedad de Gestión que indica que solo el 8,17% de actores de España viven de su trabajo. “Hay que remarcar que la subida del IVA cultural ha perjudicado y mucho al gremio de actores. Para los productores no ha sido un golpe tan fuerte, de hacer una producción con 20 artistas sobre el escenario, hacen una obra con menos. El caso de los actores es distinto, es terrible”.

A sus 76 años Concha Velasco sigue luciendo igual de jovial y guapa. “Mi nieto me llama la abuela guapa, lo que me ha obligado a dormir maquillada”, dice entre risas. Una alegría que no ha cambiado a pesar del paso del tiempo. Ahora desarrolla un proyecto con Netflix. Da vida a doña Carmen Cifuentes, dueña del edificio de Telefónica para la serie Las chicas del cable. “Ahora todos mis papeles son de doña”, se ríe.

A la actriz solo le ha faltado pisar Hollywood, pero no porque le faltaran ofertas. “Me siento muy reconfortada trabajando aquí. En mi casa soy una mujer normal y una heroína sobre el escenario, eso me da la posibilidad de vivir una vida tranquila que me enriquece. Tuve un profesor de ballet que decía que nunca iba a interpretar bien El lago de los cisnes hasta que no perdiera un familiar o tuviera un hijo. Antes no lo entendía, ahora sí. Cuando eres una persona normal, que vive, que ama, que sufre, puedes interpretar mejor a una heroína de la historia como lo fue Juana. Nunca me fui porque a lo mejor me enamoré, porque en ese momento prefería quedarme con mis padres, porque tenía que criar a mis hijos. Ahora no me voy porque no pienso perderme el cumpleaños de mi nieto. Soy así”.

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