Manuel Sánchez: “El pintor que solo piensa en vender comete un sacrilegio”

El pintor tinerfeño Manuel Sánchez (1930) tiene en su casa cientos de cuadros, algunos cuelgan de las paredes, otros permanecen guardados como si fueran auténticos tesoros.
Manuel Sánchez. / FOTO: ANDRÉS GUTIÉRREZ
Manuel Sánchez. / FOTO: ANDRÉS GUTIÉRREZ

El pintor tinerfeño Manuel Sánchez (1930) tiene en su casa cientos de cuadros, algunos cuelgan de las paredes, otros permanecen guardados como si fueran auténticos tesoros. Entre todos ellos, el del Vaticano. “Lo hice con tanta libertad que creo que podría considerarlo uno de mis mejores trabajos”, afirma para el DIARIO. Es una obra de arte que hoy forma parte de catálogos, exposiciones y libros en Italia. El artista consiguió expresar a través de manchas y muchos detalle una impresión general de aquella ciudad. Manolo lleva consigo el peso de la experiencia; alrededor de 180 exposiciones en toda su vida. Pero también el riesgo propio de un alma joven, a pesar de sus 86 años; ahora prepara una exposición de caricaturas para la Universidad de La Laguna, un estilo que nunca antes había expuesto. Él representa la historia viva de la pintura canaria. Además de ser un destacado artista de larga trayectoria, cosechó grandes éxitos fuera de nuestras fronteras. En Italia, Cuba o Puerto Rico su nombre aparece en catálogos y diccionarios de pintura. Y es que Manolo fue un gran innovador. Junto a Raúl Tabares, creó una técnica revolucionaria por la que será recordado, la acuarela experimental. “Dibujaba con los propios colores, manchaba, los dejaba fundir. En aquel entonces eso era terrible, nos llamaban locos”, agrega. Hoy sus obras son buscadas en todo el mundo. Autodidacta desde siempre, el artista fue secretario y presidente de la sección de pintura del Círculo de Bellas Artes y de la Asociación de Acuarelistas Canarios. Hoy, “jubilado de todos esos cargos”, cierra su última exposición, Tea y Herrajes de clausura, en la Sala Paraninfo Pablo González Vera. Y ya prepara las siguientes.

-La exposición Tea y Herrajes de clausura cierra mañana. ¿Cómo ha ido?
“La exposición ha ido bien. Son obras que están hechas hace 30 años en los conventos de clausura de Santa Clara de Asís y Santa Catalina de Siena de La Laguna. Se trata de una serie de herrajes, detalles y cosas que me entusiasmaron cuando me abrieron los conventos para ir a pintar. Uno fue en 1986 y el otro en 1993. Creo que ha gustado mucho”.

-Si echamos una mirada al pasado, ¿quién le apoyó en su carrera?
“Soy huérfano desde los 8 años, por lo que siempre tuve que apechugar. Yo no pude cursar una carrera universitaria, pero eso no quita que sea una de las personas que más ha estudiado arte. Estudiaba porque me gustaba. Con el tiempo tuve la suerte de conocer a artistas que se convirtieron en maestros. Maestros de Italia, Cuba, de toda Latinoamérica. Mucha gente me apoyó a lo largo de mi carrera y yo lo agradezco. Sinceramente no sé si la pintura es algo innato en mí, no conocí a mis padres, pero lo tomo todo como un reto. Eso me mueve y creo que eso ha hecho que la gente me apoye. Hace poco decía que lo que me quedaba por hacer en mi carrera artística era la escultura y la caricatura. Y entonces llegó el reto de mi próxima exposición sobre caricatura. Tengo una edad avanzada pero tengo también muchos proyectos y la gente los sigue apoyando”.

-¿Cuál fue su época de mayor producción?
“Creo que la década de los 60 y 70. Tengo acuarelas de esa época que la gente busca y reconoce en la actualidad. Yo hacía la acuarela de forma diferente, experimental. Dibujaba con los propios colores, manchaba, los dejaba fundir. En aquel entonces eso era terrible, a Raúl Tabares y a mí, nos decían que nuestro arte era un disparate, y mira ahora, la gente busca nuestras obras”.

[su_pullquote]”La pintura es el reflejo de lo que vives, es tu interior”
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-¿Cuál exposición marcó un antes y un después en su carrera?
“El hito de mi carrera fue la primera exposición de acuarela experimental por todo lo que significó. Fue una muestra para el Círculo de Bellas Artes, compuesta por unos 100 cuadros que ocupaban dos plantas. Fue hace muchos años. No obstante, creo que nunca me ha llenado algo que yo haya hecho. Y es que la pintura refleja el momento que vives y ningún momento es igual que el otro. Es un retrato de tu interior”.

-¿La innovación ha sido siempre su musa?
“Por supuesto, la innovación, las inquietudes, me gusta que mis pinturas tengan un público y que se puedan entender”.

-La pintura es entonces su mejor vehículo para expresarse…
“La pintura es mucho más que la estampita, es riesgo, es superarlos, es atreverse. Es el reflejo de los mundos en los que he habitado”.

-Suma unas 180 exposiciones individuales. ¿Vienen muchas más?
“Sí, solo este año hemos hecho tres exposiciones individuales y me han llegado nuevos proyectos, pero tengo que mirarlos bien, porque ya estoy cansado. Ahora, cuando me llaman, me vuelven a dar ganas de colaborar, me animo de nuevo. Y es que, creo que no solo se debe hacer la pintura para simpatizar con el bolsillo ajeno; la pintura, para mí, aparece también para animar a la gente joven, para que sientan algo por el cuadro. El pintor que piensa solo en vender hace un sacrilegio”.

[su_pullquote]”En aquella época lo que hacíamos era muy innovador, terrible, nos llamaban locos”
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-El Gobierno de Canarias plantea reducir el IGIC a la cultura del 7 al 3%. ¿Qué significaría esta reducción para los pintores?
“Para el mundo de los pintores, que atravesamos una tremenda crisis con la venta de nuestros cuadros, todo lo que sea una rebaja es una ayuda. Hace mucho que no expongo fuera, pero antes era una verdadera problemática. Pienso que es muy interesante todo lo que sea en beneficio del pintor. Nosotros damos valor a la cultura de la zona, creamos patrimonio que se debe apoyar”.

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