“Los que roban la luz son empresas y gentes de alto standing”

"¿Y no ha visto usted Palmeras en la nieve?”, le pregunto a Pablo Casado Reboiro, 50 años, nacido en la isla de Santa Isabel (que hoy pertenece a Guinea Ecuatorial y antes a España), director general de Endesa para Canarias.
Pablo Casado Reboiro, director general de Endesa en Canarias | JOSÉ P. CURBELO
Pablo Casado Reboiro, director general de Endesa en Canarias | JOSÉ P. CURBELO

“¿Y no ha visto usted Palmeras en la nieve?”, le pregunto a Pablo Casado Reboiro, 50 años, nacido en la isla de Santa Isabel (que hoy pertenece a Guinea Ecuatorial y antes a España), director general de Endesa para Canarias. “Hombre, sí la vi, pero yo me vine a Las Palmas con tres años. Mi madre me ha dicho que la película se parece poco a la realidad”. El director general es cercano y te mira a los ojos. En su despacho lucen pocos adornos, quizá una maqueta de plata de alguna instalación. Un par de cuadros, buenos, y un tresillo. Su padre fue funcionario de Puertos en Guinea, pero él es canario, dos de sus hijas nacieron en Argentina, otra en Canarias y su mujer también es isleña. Lleva diez años en el cargo, pero antes dirigió empresas eléctricas en Argentina, y Emalsa en Las Palmas; también trabajó en Perú, como responsable de la generación de energía con su actual empresa. Él sabe que en el desarrollo de Canarias tuvo mucho que ver la vieja y entrañable Unelco, hoy Endesa, perteneciente al grupo multinacional Enel en un 70%, mientras que el otro 30% cotiza en bolsa. Pablo Casado es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Las Palmas. Su proyecto de fin de carrera obtuvo matrícula de honor.

-Bueno, pues eso, dígame qué queda de la vieja y entrañable Unelco.

“Queda mucho, porque queda la historia y queda la cercanía con el ciudadano que nosotros, desde aquí, seguimos percibiendo”.

-¿Le ha quitado a usted muchas veces el sueño un apagón?

“Hombre, no muchas veces, pero sí algunas. Sobre todo cuando tenemos que luchar contra los elementos meteorológicos. A estos no los controlamos”.

-¿Y qué le gusta más, el despacho o la calle?

“La gestión externa me apasiona, el trato con los clientes, con la administración autonómica, con los ayuntamientos, con los cabildos. Es muy gratificante”.

-Y en ocasiones muy complicado.

“Sí, también”.

-Pero pertenecer a una gran empresa da mucha seguridad. ¿O me equivoco?

“Por supuesto que da seguridad, porque en este negocio es necesario contar con el respaldo financiero de un gran grupo, ya que las inversiones son constantes y de enorme calado; y ello nos permite hacer frente a proyectos que marcarán el futuro”.

-¿Por ejemplo?

“Investigar la reutilización del dióxido de carbono para evitar su emisión a la atmósfera, o avanzar en la transición hacia un modelo energético en el que las energías limpias cobren mayor protagonismo”.

-Échele años, ¿no?

“Pongamos en 2050; en estos años próximos, y hasta entonces, veremos grandes logros en la producción de energía y en el respeto al medio ambiente”.

-¿Aprendió mucho en Sudamérica?

“Mucho. Aquel mercado se liberalizó incluso antes que en España. Hay muchas similitudes con el sistema español y algunas diferencias también”.

-¿Qué cuota mantiene Endesa en Canarias?

“El 90%, si hablamos de clientes, y el 70% de la energía comercializada”.

-La mayoría de esos parques eólicos que vemos en las islas pertenecen a su empresa, ¿no es verdad?

“La mitad, más o menos”.

-¿Entienden los italianos de Enel este mercado tan… diferente?

“Sí, por supuesto y están muy satisfechos de lo logrado y hay grandes proyectos para las islas”

-Sí, ya sé, enormes baterías para atrapar al viento, bueno, para almacenar energía, si quiere ser menos poético, algún que otro parecido al de Gorona, en El Hierro…

“Sí. Las islas son un laboratorio natural perfecto para ensayar muchos de los proyectos en los que estamos participando. Este es el caso, precisamente, de El Hierro. Pero también hay otros, como el de una micro red inteligente en La Graciosa para integrar energía renovable procedente de la generación fotovoltaica, que desarrollamos junto al Gobierno de Canarias y el Cabildo de Lanzarote y en el que también participan las dos universidades canarias”.

-En su casa, ¿se pasa usted el día apagando luces?

“Por supuesto; y mi familia también. Y usamos bombillas y aparatos de bajo consumo. Pero, sobre todo, no hay que olvidar que la energía menos contaminante es aquella que no se consume. En el ámbito de la eficiencia debemos avanzar mucho”.

-Endesa es una gran empresa, está claro. Pero Unelco tenía aquello de regalar camisetas a los equipos de fútbol, de patrocinar fiestas populares, de contribuir a la cultura.

“Nosotros seguimos siendo una empresa muy cercana a las necesidades de la sociedad canaria, pero estas necesidades van cambiando. La crisis nos ha hecho replantearnos algunos proyectos de colaboración y centrarnos más en aquellos que contribuyen a ayudar a la gente que más lo necesita, a través del voluntariado energético, el bono social, la eficiencia energética, etcétera”.

-¿Cuántos empleados trabajan para su compañía en Canarias?

“Unos 1.000 en plantilla y otros 2.500 indirectos. Nuestros trabajadores son el mejor activo de Endesa, sin duda; sin ellos no podríamos conseguir nuestros objetivos”.

-¡Dios, qué barbaridad! La gente valora el trato laboral, la seguridad en el trabajo que exigen a sus empleados.

“Pues me alegro de que lo diga usted. Y efectivamente, la seguridad es uno de nuestros grandes objetivos, Por eso es absolutamente necesario controlar el fraude. Los que defraudan (roban la luz) no son los particulares con menos ingresos, salvo excepciones;sólo un 1%, de los fraudes que detectamos se deben a pequeños consumidores. Son principalmente grandes consumidores, empresas y gentes de alto standing los que roban la luz. Y este fraude se refleja en el recibo de la luz de todos los clientes, porque lo que se genera hay que pagarlo. Además, lo que más nos preocupa es que las conexiones fraudulentas muchasveces se saltan las reglas de seguridad”.

JOSÉ P. CURBELO

-Peligroso, ¿no?

“Claro, suponen un peligro tanto para los que están alrededor como para nuestros técnicos cuando tienen que acceder a alguna instalación de la que desconocen posibles alteraciones. Existe riesgo para la seguridad de las personas que han de realizar el mantenimiento reglamentario para garantizar la calidad del suministro eléctrico que todos recibimos”.

-¿Pero tan grande es ese fraude?

“Con la energía defraudada que detectamos el año pasado, que fueron más de 5.000 casos, la isla de La Gomera podría abastecerse durante un año de energía eléctrica; sí, las cifras son preocupantes y peligrosas por lo que ya le he dicho”.

-Vamos a ver, don Pablo, en la Península el 60% de la energía producida está libre de CO2, que es el coco: están la eólica, la nuclear, el gas, etcétera. En Canarias, por ahora, sólo experimentos.Y mucho fuel-oil.

“Sí, dependemos en un 90% del gasoil y del fuel-oil. Vamos a intentar, como le dije, que en el 2050 la producción no emita dióxido de carbono. Esto no significa que no existan centrales; las habrá, pero intentaremos que lo que salga de las chimeneas no vaya a la atmósfera; será reutilizado, le daremos un uso alternativo. Y emplearemos también el gas, que significará un 30% menos de emisiones contaminantes de las centrales”.

-¿Y dónde meterán el CO2?

“Hay muchas aplicaciones que se están estudiando: en la tierra, favoreciendo el desarrollo de las plantas, por ejemplo. Darle un uso alternativo y útil”.

-Usted no se aburre. Parece entusiasmado con su trabajo.

“Entusiasmado, volcado con lo que hacemos y para nada agotado. La competencia nos incentiva y muchos clientes que se fueron a otras compañías, escuchando cantos de sirena, han vuelto con nosotros. Esto nos motiva y nos anima”.

-¿Vive usted el día a día, visita sus instalaciones?

“Antes, más; ahora me ocupo de otras cosas, diríamos más internas. Pero tengo estupendos colaboradores que están muy atentos a lo que pasa por ahí”.

-¿Es rentable Endesa en Canarias?

“Sí, razonablemente, pero cuando se publican las memorias con los beneficios hay que ver los miles de millones de inversión que hay detrás.Seguimos manteniendo un alto compromiso con Canarias”.

-¿Tiene la luz un precio razonable, a pesar de los pollos que monta la prensa de vez en cuando?

“Creo que debería ser más bajo; hay mucha tasa, mucha carga fiscal y mucho impuesto en el recibo de la luz”.

-Una curiosidad. ¿Le regalaba Unelco, en aquellos tiempos, la luz a determinados periodistas?

“Eso es radical y rotundamente falso. Aquí el que consume, paga. Y entonces también. Se trata de una leyenda urbana”.

José P. Curbelo ha tomado las fotos; y yo he completado mis siete fichas. Pablo Casado se va a su despacho, a seguir maldiciendo el CO2, cavilando para ver cómo se lo carga. Él sabrá, es un señor de matrícula de honor. Ha sido un placer.

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