Manolo Blahnik, 45 años de arte con sus zapatos

Milán acoge una exposición retrospectiva de la obra del diseñador palmero, que puso en el centro del mundo de la moda un complemento, concibiéndolo como una pieza artística
Algunos de los zapatos expuestos en Milán. | DA

Una de las grandes capitales de la moda en Europa, Milán, acoge una exposición que conmemora el 45 aniversario del nacimiento de una marca que convirtió el diseño y elaboración del calzado en arte. Una retrospectiva de casi medio siglo de trabajo del diseñador palmero Manolo Blahnik, que abrió sus puertas recientemente en el Palacio Morando, conocido también como el Museo de la Moda.

Manolo Blahnik. The Art of Shoes es el título de esta muestra, compuesta por 80 dibujos originales del creador palmero y más de 200 de sus zapatos, los universalmente conocidos como manolos, que se han convertido en todo un objeto de culto para los amantes de la moda. Una muestra que pone de manifiesto la capacidad que ha tenido Blahnik de convertir la creación de zapatos en todo un arte. “El escultor de zapatos”, como definió en su día The New York Times, al creador de estos famosos stiletto, zapatos con tacón de aguja de más de 10 centímetros de altura, que situó en el centro de la moda lo que antes no era más que un complemento.

“Artista extraordinario, Manolo Blahnik podía tener éxito en cualquier campo. Sin embargo, acabó creando zapatos: artículos hechos a mano, elegantes, delicados y ligeros, formas escultóricas, arquitectónicamente estructurados, que en una carrera de más de cuarenta años, han sido considerados verdaderas obras de arte, y no sólo desde el mundo de la moda”.

Así describe su trabajo el catálogo de la exposición, obra de la crítica de arte Cristina Carrillo de Albornoz, que cuenta con un pequeño prefacio del arquitecto Rafael Moneo, por quien Manolo Blahnik, amante y estudioso de la arquitectura, profesa admiración, que parece ser mutua.

Carrillo de Albornoz, que también es comisaria de esta retrospectiva de Milán, encuentra en sus raíces familiares de La Palma la respuesta al origen de su “pasión”. Fue durante su infancia, el período donde “desarrolló su capacidad de observación” y reivindica además el papel de su madre, que colaboraba con un zapatero local. El propio Manolo Blahnik rememoraba esta circunstancia en una entrevista publicado por este periódico, con motivo de la entrega del premio Taburiente de DIARIO DE AVISOS: “Mamá aprendió a hacer zapatos en La Palma con don Cristino, el zapatero local, que venía a casa y le enseñaba. Era una mujer con un gran sentido de la estética. Entonces, claro, genéticamente el oficio me viene de ahí. En casa guardo algunas cosas suyas maleadas por el tiempo que me gusta conservar. Sí, de mamá me viene todo”.

Así las cosas, la especialista en arte concreta entre las fuentes de inspiración del diseñador palmero, que las referencias botánicas que aparecen en sus zapatos “evocan el jardín canario en el que nació”. El conocido como Hotel La Florida, en la entrada de Santa Cruz de La Palma, donde se crió el genio palmero entre bellos jardines y una finca platanera, que en estos últimos años ha reconvertido a cultivo ecológico. Añade además que el uso del “bordado delicado fue inspirado por su madre”.

En la creación de Manolo Blahnik, la autora halla también referencias literarias, en obras clásica del siglo XIX, como Madame Bovary, de Flaubert, o Anna Karenina, de León Tolstoi , e incluso de la poesía romántica de Lord Byron. También del cine bebe la inspiración del zapatero, en obras de Luchino Visconti o en el Barry Lyndon, de Stanley Kubrick.

Y concluye que “Blahnik no podría haber llegado a su originalidad incomparable sin el estudio en profundidad del arte y la arquitectura; muchos de sus zapatos, interpretan aspectos de la obra de escultores como Henry Moore y Barbara Hepworth, de pintores como Mark Rothko y Pablo Picasso, y arquitectos como Zaha Hadid y Rafael Moneo”.

Son estas referencias claves en la obra de este creador, que mantiene viva la vinculación con la isla de La Palma, donde viaja con frecuencia para reencontrase con sus raíces y quién sabe si también la inspiración en su naturaleza y las tradiciones relacionadas con la confección textil.

UN MUSEO

Muchos años lleva hablándose de la creación en la Isla de un museo sobre el que sin duda es hoy en día el palmero más universal. El presidente del Cabildo, Anselmo Pestana, reconoció que este proyecto no ha pasado aún de ser “una idea” que han comentado con el entorno de Manolo Blahnik y que, sin duda, sería de una gran relevancia para La Palma, incluso desde el punto de vista turístico.

Manolo Blahnik también se comprometió a colaborar con la Escuela de Arte, que lleva su nombre, a crear una beca para alumnos de este centro. ¿A qué esperan para ponerla en marcha?. La predisposición de Blahnik fue absoluta a prestar su colaboración.

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