POR ESTEBAN DE ARMAS
En el sector platanero abundan las quinielas, la incertidumbre y las especulaciones en torno a su futuro. La dimisión que presentó el pasado lunes el presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), Henry Sicilia, se ha recibido de manera desigual; para algunos su renuncia a seguir en el cargo estaba cantada y es resultado de los movimientos de sillas que se estaban produciendo.
Voces muy cualificadas del sector consideran que “alguien está meciendo la cuna y probablemente tenga muy claro hacia dónde quiere dirigir la nave. Se han ido produciendo enfrentamientos muy serios en el seno de la organización al tiempo que se está dando pábulo a postulados críticos sostenidos por plataformas y organizaciones agrarias, que se han atrincherado en posiciones demagógicas, ajenas a la realidad del sector”.
La crisis organizativa que se está dando en el entorno platanero coincide con uno de los periodos de mayor incertidumbre: cambio de modelo al concluir el Posei en diciembre de 2019, que había que resolver con el diseño y aplicación de una nueva ficha financiera; repercusiones del brexit, que supone la reducción de al menos en un 8% de los fondos de la PAC ante lo que el sector demanda una respuesta clara que blinde por su sensibilidad a las Regiones Ultraperiféricas (RUP); acuerdo de la UE con Ecuador que tendrá una repercusión directa en el mercado; demanda de ayuda al transporte, prometida sin que se haya materializado… En 1993 los plataneros estaban a punto de tirar la toalla. Se palpaban los nubarrones y más de uno recuerda el momento al señalar que aquello se parecía mucho a un “entierro de tercera”. Desaparecía la Comisión Regional de Exportadores del Plátano (CREP), ente semipúblico, y se estableció la OCM del plátano que garantizaba la aplicación de ayudas de la UE. Se partía entonces de 76 entidades exportadores y el proceso llevó a la imprescindible reestructuración, quedando entonces 23 organizaciones de productores. Las seis OPP que han prevalecido no responden a modelos de ámbito insular, pues están abiertos a productores de todas las islas. Coplaca agrupa a productores de Tenerife, La Palma, Gomera, Gran Canaria y El Hierro; Cupalma tiene agricultores de La Palma y Tenerife; Agriten aúna a plataneros de Tenerife, Gran Canaria y La Gomera; Plátano de Canarias (Félix Santiago), reúne explotaciones en Gran Canaria y La Palma; Europlátanos, aglutina a productores de La Palma y Tenerife, y Llanos de Sardina agrupa a empresas y agricultores de Gran Canaria y Tenerife.
Algunos hechos, sobre todo los acontecidos en estos últimos meses, vienen a poner de manifiesto que se ha ido resquebrajando la unidad que de manera pactada distinguía de forma envidiable al sector y esto sucede cuando más se necesita, cuando el empresariado debe mostrar una voz sólida que permita defender sus intereses tanto en Bruselas como ante la Administración del Estado y autonómica. La situación parece indicar que se han ido olvidando los acuerdos de entendimiento en el Comité Ejecutivo de Asprocan, en el que se aplica el voto ponderado en función a los kilos de cada entidad, y por tanto ajeno a criterios insulares. El Reglamento, documento básico adoptado por todos, establece medidas para afrontar los problemas que se dan en el mercado. El equilibrio entre oferta y demanda obliga a establecer en algunos momentos la retirada de fruta, que Asprocan canaliza hacia los Bancos de Alimentos, y en última instancia para alimento del ganado o compostaje. El envío adoptado de manera unilateral por parte de una de las entidades hacia el mercado de Portugal ha venido a agravar la crisis, pues Madeira es un aliado, no un competidor.
Asprocan gestiona las campañas publicitarias, el seguro contra el viento huracanado, que acoge al 100% de los productores, y a través de la Asociación de productores Europeos de Banano (APEB) se ha podido dar continuidad a la producción en el ámbito comunitario.
LAS SEIS OPP TIENEN OBLIGATORIAMENTE QUE ENTENDERSE
En los últimos días se están produciendo movimientos tendentes a restablecer la unidad. Se suceden las reuniones y encuentros que se orientan a propiciar el necesario consenso que de paso el próximo mes de abril a consolidar un Comité Ejecutivo con capacidad de gestión, dispuesto a afrontar los difíciles retos que tiene futuro del plátano.