Detectan un gran aumento de demandas por hipotecas multidivisas

Aunque no se trata de un tema novedoso, todo apunta a que ahora se ha superado el temor a pleitear por un tema complejo y que los consumidores advierten que en los juzgados pueden recuperar lo que han pagado indebidamente

“No es un tema nuevo porque llevamos presentando este tipo de demandas desde hace tres años, pero en este arranque del año han aumentado las reclamaciones: solo en este primer trimestre, hasta 25 casos han llegado a nuestro despacho”. Así se expresa sobre las hipotecas multidivisas el abogado especializado Carlos Gómez (Sirvent & Granados), quien, cuestionado por los motivos para que ahora se multipliquen los clientes de entidades financieras descontentos con este tipo de productos en la provincia tinerfeña, señala hacia “la evolución en los propios juzgados de un tema que, si bien al principio parecía demasiado complejo y los afectados no se atrevían, ahora comprueban que es posible reclamar. Creo que este mayor número de reclamaciones también se debe al ruido mediático, y a que durante años la percepción popular era que pleitear con los bancos era imposible”.

Como bien sabe Gómez, que sigue sin perder un solo caso en sus reclamaciones a bancos, “si se hace bien, el cliente puede ganar; parece claro que hay un efecto llamada y que la difusión de demandas ganadas hace que otros afectados se animen”.

Según el especialista, “si trabajas en España y cobras en euros, lo lógico es que tu hipoteca también sea en euros. Desde el momento en que debes dinero al banco en otra moneda, te arriesgas a que fluctúe su tipo de cambio y por lo tanto, tienes el riesgo real de arruinarte. Es más, puede haber casos de afectados que pasados ocho años aún no han amortizado nada de su deuda. El banco les prestó 300 mil euros y ahora, no sólo no han amortizado, sino que deben después de ocho años, 350 mil euros. Es terrible”.

 

El abogado tinerfeño Carlos Gómez. / Fran Pallero

 

La buena noticia es que, tal y como señala Gómez Sirvent, “en función de cómo se haya tramitado la operación, se puede anular. Uno de los motivos que se puede alegar es que el banco nunca le explicó bien al cliente los malos escenarios a los que se podía enfrentar, ni el alto riesgo que corría. De hecho, el Tribunal Supremo considera que es un producto especulativo que no está indicado para una hipoteca. La persona que firma ese tipo de préstamo debe tener un alto nivel de conocimientos financieros. Además, debe ser consciente de que lo que firma es a largo plazo, normalmente hasta 30 años. Es un periodo de tiempo durante el que la fluctuación de la moneda es inevitable”.

En cuanto a lo necesario para reclamar en estos casos, el experto recuerda que “lo primero es conseguir que la cláusula que pone que firmo la hipoteca en, por ejemplo, yenes, se declare nula. Una vez que eliminamos esta moneda, el paso siguiente es que se calcule como si la hubiese contratado en euros. Todo lo que he pagado de más, deberían devolvérmelo con intereses. Asimismo, se procede igualmente a regularizar la diferencia entre los intereses abonados y los que se tendrían que haber pagado. Tras ambas operaciones se consigue aminorar la deuda con el banco”.

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