Un barco apestoso indigna a miles de vecinos del litoral santacrucero

El nauseabundo olor del Polaris 2, buque que transporta bovino y está fondeado frente a la capital, arruina el día a ciudadanos y negocios desde María Jiménez a la avenida de Anaga
A la izquierda, imagen del navío en cuestión; a la derecha, fondeado tras una plataforma petrolífera, ayer en Tenerife DA

Indignados. Miles de vecinos del litoral santacrucero, especialmente en barrios como Valleseco o María Jiménez, pero también en la popularmente conocida como avenida de Anaga, sufrieron ayer los apestosos olores provenientes de un barco fondeado frente a la capital tinerfeña, el Polaris 2, embarcación que transporta bovino en cantidades considerables, por encima de las 7.000 cabezas de ganado.

Desde que llegó a primera hora de ayer y a la espera de que en la medianoche se cumplieran los pronósticos sobre su marcha, la vida se tornó imposible para los santacruceros de la zona ante la nauseabunda invasión aérea. “Salí de casa y el mal olor me golpeó como un martillazo; mi primera reacción fue mirarme en la suela de los zapatos”, cuenta Alberto, vecino de Valleseco que mostró su indignación al conocer la fuente del tufo en cuestión: “Es indignante, en el bar se tiraban de los pelos porque nadie soportaba sentado en la terraza”.

Los efectos en los negocios nos los confirma Manuel, responsable de un establecimiento de restauración en esta parte de la capital tinerfeña. “Fue llegar al local y empezar a buscar qué podía oler tan mal; el día está siendo ruinoso porque los clientes, y lo entiendo, no aguantan este pestazo”.

Julio es otro vecino de la zona, en este caso de María Jiménez: “Asombrado de que se trate de un barco, ni quiero imaginar lo que estarán pasando los marineros. Cuando salía de casa y noté el mal olor en el coche, imaginé que se trataría de un atasco en las cloacas, ya que era muy fuerte y bastante desagradable”.

En los clubes de la avenida de Anaga, el tufo también hizo estragos. Tanto en Paso Alto como en el Náutico fue tema de conversación prioritaria durante la mañana de ayer, aunque en ambos casos pronto supieron que se trataba de un barco fondeado frente a la costa, concretamente junto a la bocana tras el Dique del Este, en la punta del muelle.

Antecedentes

Aunque parezca increíble, no es la primera vez que este barco establo inunda con su pestilencia a los canarios. Ya los vecinos costeros de Las Palmas de Gran Canaria sufrieron sus efluvios tanto en 2012 como en 2013 y 2014, como recoge la web especializada Del acontecer marítimo, cuyo responsable es Juan Carlos Díaz Lorenzo, compañero de DIARIO DE AVISOS durante varios lustros. Curiosamente, en 2012 la embarcación se llamaba Al Mahmoud 2, mientras que en 2013, ya bajo la denominación Polaris 2, llevaba unas 8.000 reses procedentes de Brasil camino a Túnez. Por el contrario, en 2014 transportaba 4.000 animales desde Cartagena de Indias a Palestina.
Lo cierto es que Canarias es una escala habitual del que, ya en las Islas, se conoce como el barco apestoso.

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