Felipe Brito: una vida dedicada a la investigación química

A finales de marzo falleció el prestigioso químico de Breña Baja, Premio Canarias de Investigación, que desarrolló la mayor parte de su trayectoria científica en Venezuela
Un joven Felipe Brito trabajando en el laboratorio. | DA

El trabajo oculto del científico y una carrera profesional desplegada la mayor parte de ella en Venezuela han hecho que pasara casi desapercibido para la opinión pública el fallecimiento reciente del químico palmero Felipe Brito Rodríguez (Breña Baja, 1930 – Tenerife, 2017). Premio Canarias de Investigación en 1986, Felipe Brito ha sido uno de los “grandes científicos” canarios, tal y como destaca su colega y paisano, Alfredo Mederos, con quien le unía una gran amistad y realizó una intensa labor de colaboración entre la Unversidad de La Laguna y la Universidad Central de Venezuela.

Felipe Brito, que es Hijo Predilecto y Medalla de Oro del municipio de Breña Baja, regresó a finales del pasado mes de marzo de Caracas, donde residía desde 1964, a Tenerife para reencontrarse con sus hijos y nietos, pero un ictus repentino puso fin a una vida dedicada a la investigación química y la docencia. En su tierra de adopción, Venezuela, también obtuvo un nutrido reconocimiento público por su trabajo, con distinciones como la Orden Diego de Losada, de la Municipalidad de Caracas; la Orden José María Vargas, de la Universidad Central de Venezuela, o el Premio al Reconocimiento Académico.

Una brillante carrera intelectual cuyos orígenes residen en una modesta escuela de San Antonio, en Breña Baja, donde cursó los estudios de Primaria, para luego continuar el Bachillerato en el Instituto de Santa Cruz de La Palma. En 1947 se matricula del primer curso de la Licenciatura en Ciencias (Sección de Químicas) en la Universidad de La Laguna. Alfredo Mederos destaca que las excelentes calificaciones obtenidas en Química Inorgánica, con el Catedrático de esta especialidad, José Beltrán Martínez, lo estimularon a iniciarse en la investigación científica en este campo.

Con la tesis doctoral (Quelatos de Vanadio (IV) con dicetonas y otros àcidos orgánicos débiles) bajo el brazo inicia su formación de postgrado, que lo lleva hasta Suecia, gracias a la obtención de una beca. En Estocolmo realiza estudios de posdoctorado con el profesor Lars Gunnar Sillén en el Instituto de Química Inorgánica de la capital sueca, donde permanecerá durante un espacio de siete años (1957-1964).
Mederos destaca que esta estancia en Estocolmo “le permitió especializarse en el programa de cálculo LETAGROP para la determinación de constantes de equilibrio de especies químicas complejas en disolución ideado por el profesor Sillén que estaba en vanguardia mundial en la investigación científica de la época en este campo de la Química de la Coordinación”.

Es en 1964 cuando la Universidad Central de Venezuela se interesa por su currículum y lo contrata para ejercer labores docentes y de investigación en el Departamento de Química Inorgánica, la Escuela de Química y la Facultad de Ciencias.

Crea en la Escuela de Química el Laboratorio de Equilibrios en Solución, donde pondrá en práctica los conocimientos adquiridos en Estocolmo con el profesor Sillén. Para ello consiguió el apoyo tanto de la Universidad como del Gobierno de Venezuela para la compra de uno de los mejores ordenadores de la época que instalaron entonces en un amplio local de la Facultad de Ciencias.

Sobre esta base se forja el Grupo de Investigación de Equilibrios en Solución, que coordinará Brito entre 1965 y 1999, y que estará “en la vanguardia de la investigación científica en este campo”, como destaca Mederos.

Felipe Brito fue catedrático de la Universidad Central de Venezuela. | DA

LA LAGUNA

Felipe Brito no rompió sus vínculos con la Universidad de La Laguna, con la que mantuvo una “amplia colaboración científica, especialmente en el campo de investigación de la Química de la Coordinación”, como recuerda Mederos, que precisamente inició sus investigaciones científicas con el químico palmero. De hecho, al marcharse Felipe Brito a Estocolmo le recomendó a Alfredo Mederos que fuera a trabajar con Benito Rodríguez en Química Inorgánica, especialidad de la que luego será profesor titular y Catedrático.

Ambos amigos se encuentran en 1980, cuando Felipe Brito, de regreso de un viaje a Estocolmo visita el Laboratorio de Química Inorgánica de la Universidad lagunera. Allí acuerda con Mederos, que entonces ya dirigía un grupo de investigación, un proyecto de colaboración científica y académica sobre Química de la Coordinación que fue firmado oficialmente en 1984 por los Laboratorios de Química Inorgánica de la Universidad Central de Venezuela y la de La Laguna.

El convenio, que fue renovado en varios años hasta 1998, establecía visitas periódicas de Alfredo Mederos a la institución académica de Caracas y de Felipe Brito a la lagunera para realizar docencia e investigación científica. Alfredo Mederos recuerda que Felipe Brito colaboró también con otros investigadores del Departamento de Química Inorgánica, como Pedro Gili, Sixto Domínguez, Erasmo Chinea o Joaquín Sanchiz, entre otros.

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