Guindillas

Me cuentan -yo no lo he leído- que un sindicalista ha enviado un comunicado a los diarios, lamentando que la primera teniente de alcalde y concejal de Policía, Zaida González, no me haya reprendido cuando yo, en una entrevista, usé el término guindilla para referirme a la Guardia Municipal de Santa Cruz

Me cuentan -yo no lo he leído- que un sindicalista ha enviado un comunicado a los diarios, lamentando que la primera teniente de alcalde y concejal de Policía, Zaida González, no me haya reprendido cuando yo, en una entrevista, usé el término guindilla para referirme a la Guardia Municipal de Santa Cruz. Bueno, como se llama ahora, a la Policía Local. Sepa el sindicalista, cuyo nombre lamento no conocer, que el término guindilla es muy honroso. Y lo pronuncié con todo el respeto que me merece la historia del cuerpo policial municipal, del cual formó parte hasta mi amigo y compañero Francisco Pimentel y Santana, destinado a oficinas, uno de los mejores escribidores de periódicos que he conocido. Lo que pasa es que, un día de absentismo total en el cuerpo -más que el actual, que ya es decir-, lo sacaron de la jefatura y lo pusieron a dirigir el tráfico en el mercado, con lo que se formó tal caos que la ciudad tardó tres días en recuperarse. Y eso que no había tanto coche como hoy. El término guindilla responde al color de los uniformes que la poli de la ciudad lucía entonces y ellos mismos se llamaban así, luego mal va a ofender el palabro al sindicalista, que debería dedicar sus esfuerzos a otros menesteres de más enjundia, aunque a mí como si se la renflanflinfla. Parece que en esta ciudad hay gente que ha perdido sentido del humor. Zaida y yo, por lo visto, sí lo tenemos, porque yo pregunté y ella contestó, sin ver -como yo- ninguna ofensa en que yo hubiera trasladado el cariñosísimo apelativo a nuestros tiempos. Siento respeto por la Policía (municipal) de Santa Cruz, cómo no. Pero es que hay personas que siempre están dispuestas a ver problemas donde no los hay. Lo decía Juanito Cabeza, la frase tampoco es mía. Y eso.

TE PUEDE INTERESAR