Poco ha durado la alegría que supuso la victoria judicial del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma en la Sala de Recursos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, que le otorgaba la titularidad de la marca del Enano de la Bajada de la Virgen frente a la empresa asturiana Menta y Limón Decoración, que en 2014 presentó una solicitud de nulidad contra todos los productos y servicios de la marca registrada por el consistorio en 2012.
La misma empresa ha registrado un nuevo diseño industrial de la figura del Enano de las Fiestas Lustrales y el Ayuntamiento ha acordado en pleno iniciar otro proceso judicial para blindar la titularidad municipal de este bien que constituye una de las imágenes más representativas de la isla de La Palma y, por supuesto, de la Bajada de la Virgen. “Hay gente que está jugando a beneficiarse de la figura del Enano y tenemos claro que vamos a seguir defendiéndola allí donde tengamos que ir”, comentó el alcalde de la capital, Sergio Matos, quien apostilló que “la defensa del Enano está por encima de todo”.
En este proceso hay un lado sentimental o simbólico, si se quiere, al tratarse de un icono de La Palma, al que la población está unido entrañablemente y que, como es lógico, siente que la titularidad es del pueblo palmero. Y un segundo aspecto que tiene que ver con todo el mercado que gira alrededor de la venta de productos y recuerdos relacionados con esta figura, que como reconoció el alcalde, pueden revertir para hacer frente al coste que suponen estos festejos.
“Sobre esta figura que tanto quieren copiar, foráneos y de la propia isla, habría que tener un poco más de respeto y vamos a seguir defendiéndola con las acciones judiciales necesarias. Nadie debe creer que el Enano es suyo porque es de la isla de La Palma”, apostilló Sergio Matos.
El concejal de Ciudadanos, Juan Arturo San Gil, propuso que se trabajara de cara a la Bajada de la Virgen de 2020, garantizando esta marca y lamentó que “las cosas se han hecho mal” con la gestión de esta protección, recordando que también hay un proceso judicial entre dos conocidas joyerías de la isla sobre este mismo tema.
Matos indicó que la defensa de esta figura se inició a principios de los noventa del siglo pasado, con el registro de la transformación, y posteriormente, en 2005, con el logotipo, hasta que en el mandato pasado registraron la figura, defendiendo la “buena fe” de los trabajos realizados por la Administración. “Nunca se imaginó que alguien registrara esta figura”.
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