Ana de León llena de vida y colorido los rincones de San Andrés con sus jardines

Su labor altruista durante un lustro, creando zonas ajardinadas en el pueblo, le ha valido el reconocimiento del Ayuntamiento saucero
Ana de León, con un zamuro y la azada, en plena faena. | DA

Para quien visita San Andrés no pasa desapercibido que se encuentra ante uno de los enclaves históricos de más belleza de la isla. En estos últimos años tampoco ha pasado desapercibido para los ojos de quienes se acercan a este núcleo de San Andrés y Sauces la proliferación de jardines en su entorno que incrementan aún más su belleza. Flores y plantas que no han nacido por generación espontánea, ni por la iniciativa pública, sino de la mano de una saucera, Ana de León, que lleva alrededor de cinco años realizando esta actividad de forma altruista .

La iniciativa surgió precisamente cuando atravesaba un momento difícil en su vida, en los que la desolación y la falta de horizontes parece que se apoderan de la existencia. En una de esas tardes se dio cuenta de que en la zona de El Calvario había ocho pequeños jardines abandonados. Al día siguiente, a primera hora de la mañana, fue a consultar al alcalde de San Andrés y Sauces si le autorizaba plantarlos. La respuesta fue afirmativa y allí empezó esta labor altruista de jardinería en distintos puntos del pueblo.

Rosales, geranios, flores de pascua, cactus, son algunas de las especies que trufan sus jardines. Si bien, reconoce que lo que “más me trastorna son las plantas salvajes de aquí” y, en especial, el bejeque rojo, que es “la reina del mambo”. Fue la realización del jardín del cementerio viejo de San Andrés el trabajo más duro de cuantos ha hecho. “No paraba de sacar hierbas, era interminable”, recuerda.

“Me gusta la alegría y el colorido de las flores”, subraya esta amante de la jardinería, cuyos recuerdos más lejanos de su infancia están ligados a las plantas. Esta actividad le ha ayudado a superar los tiempos difíciles y también “me ha permitido conocerme más”, además de contribuir a la comunidad.

Ahora se ve como una mujer “llena de inquietudes”, cuando antes dudaba de su capacidad para emprender una actividad. “También me gusta romper esquemas”, comenta. “Este es mi jardín, aunque el terreno sea público, y el de todos”, señala satisfecha de esta tarea en la que se afana de forma cotidiana en sembrar, regar y mimarlo.

Esta labor no ha pasado desapercibida para el Ayuntamiento de San Andrés y Sauces, que ha hecho público un agradecimiento a Ana de León por esta labor. El alcalde de la localidad, Francisco Paz, destaca que además de los jardines, “desde su generosidad y capacidad de trabajo, ha creado, incluso, zonas de descanso y esparcimiento para el disfrute de todos”.

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