Más de la mitad de los hogares de La Laguna no logra llegar a final de mes

Un informe de 2015 del Centro de la Familia de Tenerife alerta del nivel de economía sumergida y pobreza en el municipio
El estudio recoge que el 38% de los hogares de La Laguna está por debajo del umbral de la pobreza. / DA

El 64,8% de las familias de La Laguna no logra llegar a final de mes, según recoge un estudio-investigación sobre la Situación de la Infancia y la Familia en el municipio, elaborado por el Centro de la Familia de Tenerife en 2015, que trabaja con los hogares de la Isla desde 1983. El objetivo de esta investigación era realizar una radiografía exhaustiva de la situación de la infancia y la familia en el municipio, conocer sus debilidades y fortalezas para facilitar así la implementación de actuaciones en los diferentes ámbitos que mejoren la calidad de vida, ofreciendo para ello esta información a las administraciones.

Según datos de la entidad, en La Laguna hay más de 55.000 familias, con unos ingresos mensuales de media por hogar de unos 1.500 euros. Algunas de las conclusiones más preocupantes que arroja la investigación, a las que se llegaron con los datos recogidos a través de encuestas a diferentes grupos de edad de distintas áreas del municipio, se concentran en el ámbito económico de las familias.

En concreto, el 64,8% de los hogares no llega a final de mes y el 38% de ellas está por debajo del umbral de la pobreza. Unas cifras que, según el presidente del Centro de la Familia, Raimundo Moreno, no cree que hayan variado demasiado en estos dos años ya que “la situación sigue siendo muy parecida porque quizás ha mejorado algo la vida de la gente, pero el grueso de la pobreza no ha cambiado mucho ya que lo que haya conseguido les da para escapar apenas”, explicó. En este sentido, el estudio apunta a un “gravísimo problema” con el desempleo y “para hacer frente a las necesidades básicas”, así como la normalización de la economía sumergida. “Se considera que muchas familias, sobre todo muchas mujeres, son verdaderas expertas en economía, al conseguir sacar a una familia adelante con una ayuda de unos 400 euros”, recoge el texto. Se destaca también el alto nivel de gente que hay viviendo de ayudas, a pesar de que hay un importante porcentaje de personas que no quiere acudir a los Servicios Sociales porque se perciben “como algo asistencial y para gente marginada”.

En cuanto al ámbito de la vivienda, “la mayoría opina que es un bien que se ha vuelto inaccesible”, sobre todo para los jóvenes. Además, se destaca que “es preocupante la desafección que muchos tienen hacia sus viviendas y lo deterioradas que están las relaciones vecinales”.

En cuanto a la situación de los menores y los adolescentes, las conclusiones del estudio alertan del fracaso escolar, la desmotivación por el futuro y la formación y la pérdida de valores y de ética. Además, estas encuestas han arrojado que el 35% de los menores de 17 años ha sufrido algún tipo de abuso psicológico o físico; el 14% de los menores consume alcohol o drogas; el 76% dice observar episodios violentos entre sus coetáneos de manera habitual, y el descontrol en el uso de dispositivos electrónicos por parte de los menores.

Por otra parte, aunque el estudio constata que “la familia es lo más importante para el 93% de los jóvenes”, también apunta que es “muy preocupante” la ausencia del padre o la madre del domicilio, muchas veces por motivos laborales, así como la constatación de “violencia verbal tanto de padres a hijos como de hijos a padres”, habiendo “escasos recursos para trabajar con las familias que sufren a violencia doméstica”.

PROPUESTAS
Pero, además de elaborar toda esta serie de conclusiones, en el estudio también se presenta un total de 170 propuestas “que señalan vías y metas para transitar en el futuro si queremos una sociedad mejor y que, sobre todo, exigen un cambio radical en las políticas de inversión”.

Así, de manera general, afirman que “las administraciones que tienen competencia en todo lo relacionado con los Servicios Sociales deben estar mucho más presentes en los diversos ámbitos de la sociedad, para lo cual es imprescindible la promulgación de una Ley de Servicios Sociales actualizada y moderna, y una Ley de las Familias, que de respuestas a las necesidades más importantes de la sociedad actual con toda la diversidad que alberga y con toda la igualdad que necesita”.

De forma más concreta, desde la entidad abogan por, además de aumentar la dotación económica y la plantilla, priorizar la prevención, diversificar los canales de atención y hacer más visibles las opciones de los Servicios Sociales.

Mientras, en el ámbito de la familia, apuestan por trabajar más en la línea de la conciliación laboral, así como solucionar el problema de los menores que se quedan solos en casa o al cuidado de otro hermano menor, apostando por más centros de día y educadores que ayuden en esta tarea y a las familias, ya que es una de las causas frecuentes de fracaso escolar. En este sentido, indican que es necesario realizar un programa contra el absentismo y fomentar la participación de las familias en el ámbito escolar.

También creen que hay que generalizar los servicios de Mediación Familiar, mejorar la atención a los hogares que tienen dificultades sociales y realizar campañas para concienciar a los padres del papel que desempeñan en la educación de los hijos.

A nivel económico, señalan la necesidad de políticas que regularicen la economía sumergida, insistir en la formación, la flexibilidad laboral, la gerencia de políticas sociolaborales a fin de adaptar el trabajo a la situación económico-social o incentivar la actividad antes que la ayuda, entre otras muchas.

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