Cristiano Ronaldo no seguirá en el Real Madrid la próxima temporada, o eso parece, después de que se conociera que al jugador portugués se le está investigando por supuestas irregularidades fiscales en España, según informó el diario deportivo luso ‘A Bola’. Para muchos medios de comunicación deportivos, la decisión ya está tomada, y el delantero del equipo español, tras conseguir los títulos de Liga y Champions League esta temporada, podría volver a Manchester para jugar en el United. El PSG también podría pujar por él.
Siendo este uno de los temas que han acaparado la conversación en las redes sociales en los últimos días, hoy la tienda de Media Markt en el Centro Comercial 3 de Mayo de Santa Cruz de Tenerife ha querido aprovechar esta circunstancia para promocionar uno de sus productos con una publicación en su facebook en clave de humor que ha acabado levantado ampollas. En la publicación se podía ver al futbolista siendo portada del conocido videojuego de fútbol vestido de presidiario. Unas horas después, y ante el revuelo generado, la publicación era borrada.
NO ES EL PRIMER PATINAZO DE MEDIA MARKT
En 2013 Media Markt tuvo un problema similar por el uso oportunista de las redes sociales al publicar unos tuits sobre el desfile de las Fuerzas Armadas de aquel 12 de octubre. Este fue el primer caso en el que la empresa mostraba una estrategia en redes sociales cercana a sus seguidores y atenta siempre a la actualidad para conseguir un mayor alcance en sus publicaciones, pero como quedó demostrado, no fue las más acertada en aquella ocasión.
OTROS CASOS EN CANARIAS
El pasado mes de febrero surgió en las redes sociales una campaña promocional atribuida inicialmente a la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que supuestamente a través de su espacio canariassaludable.org, quería promover el sexo seguro durante los Carnavales. En la misma aparecía el dibujo de un preservativo con lo que parecía un disfraz y un eslogan, cuanto menos, pegadizo: “En Carnaval peluca… y disfraz para la cuca”.
Poco después de realizado el lanzamiento y ante las primeras críticas recibidas desapareció todo rastro de la campaña en las redes sociales. La propia Consejería salió al paso de la polémica aclarando que esa campaña no era iniciativa suya y que ellos aún esperaban la que habían encargado. Sin embargo, los usuarios siguieron encontrando rastros digitales que conducían a las páginas y sitios oficiales de la Consejería, poniendo en duda su versión. Tampoco llegó a lanzar la esperada campaña.
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