economÍa

Mario Masseroli: “Con IQOS, la sociedad cambiará la forma de ver y disfrutar del tabaco”

Nadie se escapa a la revolución digital. Ni siquiera una industria tan poco dada a los cambios y estanca como es la tabaquera
Mario Masseroli, director general de Philip Morris International en España. Sergio Méndez

Nadie se escapa a la revolución digital. Ni siquiera una industria tan poco dada a los cambios y estanca como es la tabaquera. Una de las mayores empresas del sector, Philip Morris Internacional ha invertido cerca de 3.000 millones de dólares desde 2008 para adaptarse a la transformación digital y desarrollar productos de riesgo reducido. Y así, nació IQOS, un dispositivo innovador que evita la combustión del tabaco. No hay humo. No hay ceniza. No hay mechero. Toda una alternativa al tabaco tradicional con un menor riesgo potencial para la salud. Mario Masseroli, director general de Philip Morris España, visitó estos días Canarias para presentar las bondades de este producto en un Archipiélago con gran tradición tabaquera.

-¿Qué es IQOS?

“Se compone de dos piezas: una batería electrónica, que funciona como cualquier batería, se carga enchufada a la corriente un par de horas; y un pequeño dispositivo electrónico en forma cilíndrica, que calienta el tabaco, en lugar de quemarlo. Dentro del mismo se insertan los cigarrillos especiales, llamados Heets, y se puede comenzar a fumar el mismo tiempo que un cigarrillo convencional”.

-¿Cuál es la diferencia con el cigarrillo convencional?

“Pues que IQOS calienta el tabaco. No lo quema. Y lo calienta a una temperatura controlada que nunca excede de los 350 grados centígrados puesto que el dispositivo incorpora un sofware que controla la temperatura de forma que se evita llegar a los 600 grados centígrados a los que puede llegar el cigarrillo convencional. La gran diferencia es que al no generarse combustión no hay humo, con lo que se beneficia el medio ambiente. Hay estudios que dicen que las principales enfermedades relacionadas con el tabaquismo tienen que ver con la combustión porque quemas materia orgánica. Con IQOS al no quemar sino calentar se reducen potencialmente los componentes nocivos en el vapor del IQOS frente al humo del cigarrillo convencional”.

-¿Y de cuánta inversión estamos hablando?

“Pues hemos invertido más de 3.000 millones de dólares en toda esta tecnología y, justamente, lo que hemos hecho es seguir la metodología que sigue la industria farmacéutica para el desarrollo de las medicinas, investigando mucho. Todos los estudios y pruebas que hemos hecho demuestran que potencialmente los componentes nocivos que tiene el humo del cigarrillo convencional se reducen un 90%, con lo que hay una diferencia sustancial”.

-¿El fumador habitual notará alguna diferencia, además de, claro está, no tener que usar mechero, ni cenicero y oler menos?

“La experiencia sensorial de un fumador es muy similar con IQOS. Los niveles de nicotina son también similares a los del cigarrillo tradicional. Claramente hay una diferencia de sabor, porque se trata de otro producto, pero tienes el sabor y el aroma a tabaco y los mismos niveles de nicotina que un cigarrillo convencional, pero sin toda la parte negativa que trae la combustión. Entre el 70% y el 80% de los fumadores que prueba IQOS se convierten completamente a este producto”.

-Y con el cigarrillo electrónico, ¿cuál es la diferencia?

“Lo que ha sucedido con el cigarrillo electrónico, por ejemplo, es que el producto en sí no satisfacía al consumidor, entonces terminaba por alternar entre el cigarrillo convencional y el electrónico, pero si sigues usando el cigarrillo convencional sigues estando expuesto a todos estos componentes nocivos. Al convertirte completamente es cuando tienes una ventaja al estar menos expuesto al riesgo”.

-¿IQOS acabará con el cigarrillo tradicional?

“Es un cambio de paradigma total para la industria. En Philip Morris creemos en un futuro sin humo, donde este tipo de dispositivos reemplace al cigarrillo convencional. Y esto porque una vez que contamos con un producto que tiene la capacidad de satisfacer al consumidor, y al mismo tiempo presenta un enorme potencial de reducción de riesgo, lo que queremos es que todo el mundo se convierta. El futuro es el tabaco sin combustión , sin ninguna duda”.

-¿Y cómo será la transición? ¿Se irán retirando poco a poco del mercado las cajetillas de los cigarrillos convencionales?

“Mire, esto es parte de un proceso muy lento. Tenemos que ir consumidor a consumidor explicándole de qué se trata la tecnología y cúales son sus beneficios. Es un cambio de hábito, con lo cual lleva un tiempo para que el consumidor se adapte. Tenga en cuenta que hasta ahora el procedimiento es muy simple: coges el cigarrillo, un mechero, lo enciendes, y ya está. Ahora hay un dispositivo que tiene batería, hay que cargarlo y limpiarlo… Los fumadores se tendrán que acostumbrar a una nueva forma de disfrutar el tabaco. Además, hay que analizar las ventajas funcionales de IQOS, ya que no tiene ceniza, por lo que mancha menos; tiene mucho menos olor, así que el olor a tabaco no se queda ni en la ropa ni en el pelo. Tampoco genera humo sino un vapor que no molesta a las personas que hay alrededor del fumador.”

-¿Cuanto puede tardar un fumador habitual en adaptarse a IQOS?

“Bueno, usted sabe el dicho de que para cambiar cualquier hábito se necesitan 21 días. Lo que creemos es que el fumador tardará un par de semanas, sobre todo, en acostumbrarse a la nueva forma y al nuevo sabor, pero sí le digo que una vez que se cambia ya es muy difícil volver al cigarrillo convencional”.

-¿En cuánto tiempo calculan ustedes que puede Philip Morris amortizar la inversión de 3.000 millones de dólares?

“Es muy pronto para decirlo, porque no solo son estos 3.000 millones, sino los 1.100 millones en la reconversión de las fábricas, con lo que el tiempo de inversión dependerá mucho de la dinámica del mercado. Los grandes competidores también están apostando por este tipo de tecnologías, con lo que a futuro, todo se dirige al tabaco sin combustión”.

-¿Puede una persona no fumadora aventurarse a fumar por primera vez con este dispositivo?

“Sería raro. Se trata de un dispositivo sobre todo para fumadores mayores de 35 años con un hábito importante y con conciencia de reducir el riesgo para su salud e incomodar lo menos posible a los que le rodean. Hay que decir una cosa importante. IQOS no es un producto para dejar de fumar. Es un producto que tiene un gran potencial de reducción de riesgo en comparación con un cigarrillo convencional, pero no es un producto inocuo. Tiene nicotina, y la nicotina es adictiva y, por lo tanto, tiene que estar enfocado directamente hacia fumadores adultos. Mire la única forma de reducir completamente el riesgo, es dejar de fumar o no consumir ningún producto de tabaco. Todo aquel que quiera dejar de fumar debe hacerlo, IQOS es para aquellas personas que quieren seguir disfrutando del tabaco y de la nicotina, pero con un riesgo potencial menor”.

-¿Dónde se puede comprar?

“En cualquier estanco. Ahora estamos lanzándolo en España y en Canarias y, por eso, no está en todos sitios sino en algunos lugares concretos que se encuentran en la página web iqos.es. El dispositivo electrónico, que tiene garantía de dos años, tiene un precio de salida de 70 euros y después las cajetillas al mismo precio que las de Malboro”.
-¿Y cómo se regula? Al cambiar el producto y ser más limpio y no perjudicar a un tercero ¿podría haber un cambio de regulación más suave?

“Se han producido pasos importantes. Recientemente se ha aprobado la directiva de productos del tabaco a nivel europeo que establece una nueva categoría que es la de productos novedosos del tabaco, donde entra IQOS. Ahora queda la ratificación de esta directiva por los Estados Miembros y ver cuál es el marco regulatorio para esta nueva categoría. Nosotros entendemos que claramente tiene que haber un marco diferencial y que el primer paso pasa porque la comunidad científica y sanitaria vea y analice los estudios e investigaciones de Philip Morris y que los ratifique. Y si es así, pues que se elabore un marco regulatorio diferente. Ya hay un marco diferencial para el cigarrillo electrónico. IQOS no produce humo y tenemos estudios sobre la calidad del aire, así que debería tener una regulación distinta a la del cigarrillo electrónico y a la del cigarrillo convencional porque es distinto. Mire el objetivo de Philip Morris es conseguir un mundo sin humo”.

-Irónico ¿no?

“No. Estamos haciendo las cosas para conseguirlo. Prueba de ello es la apuesta de la compañía que ha tenido que cambiar su modelo de negocio y hasta sus mecanismos de venta. Si ha cambiado la compañía, la sociedad también cambiará la forma de ver y disfrutar del tabaco”.

-Dígame que le diría a un fumador para pasarse a IQOS.

“No produce humo, ni olor. Molesta menos al entorno y al medio ambiente y, además, es menos sucio. Recomiendo a los fumadores que miren nuestros informes porque, además, reduce el riesgo potencial”.

-Pero bueno, si son informes suyos, no se les creerá mucho

“Hemos presentado estos informes a la FDA, espero que en menos de un año ratifiquen nuestras investigaciones y, a partir de ahí, se cree un mecanismo regulatorio nuevo. Le digo lo que dice nuestro CEO: no queremos que nos crean, lo que queremos es que se miren nuestros estudios y los validen”.

TE PUEDE INTERESAR