microalgas en canarias

El Banco Español de Algas avisó hace meses de la llegada de ‘microalgas’

El experto de este centro Emilio Soler sostiene que las aguas residuales “no son un factor” en este caso, sino el cambio climático
Imagen al microscopio de las cianobacterias que forman las manchas en zonas de las costas canarias. BEA
Imagen al microscopio de las cianobacterias que forman las manchas en zonas de las costas canarias. BEA
Imagen al microscopio de las cianobacterias que forman las manchas en zonas de las costas canarias. BEA

El Banco Español de Algas, con sede en Gran Canaria, avisó a los organismos públicos de que se produciría la actual proliferación de las llamadas microalgas (para los científicos, cianobacterias) y recuerda que ya en 2004 y 2011 ocurrió este fenómeno en el Archipiélago, aunque afecta más a unas islas que a otras en función de las corrientes. Así lo ha explicado a este periódico el botánico y doctor en Ciencias del Mar Emilio Soler, investigador de este centro, para quien “no existe evidencia científica” que permita vincular la floración masiva de esta cianobacteria, Trichodesmium erythraeum, con vertidos de aguas residuales en Canarias.

Soler recuerda que desde 2012 existe una red de control y seguimiento de estos fenómenos en Canarias, en la que además se mantienen conectados diversos organismos públicos, cofradías de pescadores y Cruz Roja.

A su juicio, las aguas residuales “no son un factor en este caso, porque esta cianobacteria no necesita el nitrógeno en el agua, pues lo fijan de la atmósfera” y da por hecho que “ la comunidad científica está de acuerdo en eso”.

“Con algas verdes o pardas podría ser esta vinculación, pero no con esta cianobacteria”, señala, para apuntar que se trata de un fenómeno “en respuesta de los ecosistemas a las anomalías climáticas y oceanográficas”, es decir, aumento de la temperatura marina, estancamiento del agua por falta de viento y la calima, que aporta hierro.
Preguntado por qué se acumulan estas manchas de microorganismos en la costa (al sur, este y oeste) Soler insiste en que no se debe a los nutrientes de aguas residuales, sino a que son zonas con aguas más calmadas, al socaire de los alisios y refugiadas de la dirección de las corrientes marinas dominantes.

Este botánico envía a la sociedad un “mensaje de tranquilidad, pues “hay que evitar alarma social; no es un problema nuevo y el Gobierno canario trabaja desde 2012 en su seguimiento” con el Banco de Algas y las universidades. “No estamos improvisando”, apostilla. Sobre las posibilidades de combatir estas mareas de microorganismos, admite que “es muy difícil erradicarlas”, pues “lo ideal será bajar la temperatura del mar y no emitir los gases con efecto invernadero”, por lo que recomendó “concienciación social para saber qué podemos y no podemos hacer en estos casos”, como la recomendación de no bañarse en estas manchas.

La actual presencia masiva de estas cianobacterias empezará a remitir cuando cambien esas condiciones atmosféricas y oceánicas, sostiene Soler.

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