El horror, el pánico, la rabia y la tristeza son comunes cuando el terror asola una ciudad o comunidad, como es el caso de Barcelona y Cambrils ayer tras los atentados terroristas que se han llevado la vida de 13 personas tras ser atropelladas por una furgoneta en la Rambla de la Ciudad Condal. Pero el ser humano también rebosa bondad y solidaridad, y estas afloran igualmente en este tipo de situaciones.
Un gran ejemplo de ello es el gesto que tuvo un ciudadano: Miguel García Casado. Y lo contó en Twitter, dando ejemplo desde la más absoluta modestia. Miguel acogió anoche en su casa a una familia francesa, padres y tres niñas, a la que el atentado pilló en plenas vacaciones. Su coche se había quedado tirado en la Plaza de Cataluña de Barcelona y no podían volver a la zona del Pedenés (a 50-60 kilómetros de la capital). El español no se lo pensó.
Pues al final pizza y Hotel Transilvania 2. 😊😊😊
— Miguel García Casado (@mixelo509) 17 de agosto de 2017
Os decimos hola a todos. Maravillosa familia. #PortesOuvertes #Barcelona pic.twitter.com/7xj9FKgvOq
— Miguel García Casado (@mixelo509) 17 de agosto de 2017
La historia ha conmovido a miles de personas en las redes sociales, alcanzando más de 7.843 retweets y 15.896 Me gusta con solo su primer tuit. Todo un ejemplo a seguir, que abre una brecha de luz entre tanta barbarie.