El terremoto que se produjo el sábado por la tarde en La Palma, de una magnitud de 2,7 grados, no fue un fenómeno aislado, sino el inicio de una serie de movimientos sísmicos, hasta una treintena en total (localizados solo 11) al cierre de esta edición, que se fueron sucediendo a lo largo de la madrugada y la mañana y tarde del domingo debajo de Cumbre Vieja, considerado el volcán más activo de Canarias.
Los movimientos sísmicos, que no fueron percibidos por la población palmera, oscilaron entre una magnitud de 2,9 (el segundo de ellos, a las 2:23 de la madrugada) y de 1,5, los de menor magnitud. Todos ellos se registraron a un profundidad que osciló entre los 23 y 38 kilómetros de la superficie.
El coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Nemesio Pérez, explicó que “el hecho de que se produzca un enjambre sísmico en un volcán activo como este registrado en Cumbre Vieja, es un proceso absolutamente normal”. Si bien, matizó, que este tipo de procesos “no ocurre todos los años en Cumbre Vieja” y hay que prestarle el seguimiento necesario y suficiente para evaluar su evolución, máxime cuando Cumbre Vieja se ha caracterizado por un sistema volcánico activo con una especie de “calma sísmica significativa durante los últimos años”.
De hecho, desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN), que lleva el control sísmico en Canarias, aseguran que “es la primer vez que se localizan terremotos en el interior de la isla desde que La Palma cuenta con instrumentación para su vigilancia”.
Así lo confirmó el físico del IGN Ithaiza Domínguez en declaraciones a este periódico, quien destacó que desde el mes de mayo cuentan con una red sísmica “más densa” en la isla, lo que ha podido facilitar la detección de los terremotos de menor intensidad, que en el pasado a lo mejor no se hubieran podido detectar. No así los casos de los dos movimientos superiores a dos grados que habrían sido localizados con el sistema anterior.
Esta nueva red, que dispone de cinco estaciones, dos en el norte y tres al sur de la isla de La Palma, es la que ha permitido localizar un total de 30 terremotos, de los que solo se han podido localizar algo más de una decena, dada la debilidad del resto de los movimientos.
Domínguez asegura que desde el IGN están muy atentos a la evolución de este fenómeno y señala que en los estudios realizados sobre deformación o en geoquímica en La Palma no han encontrado “ningún parámetro anómalo”. Además indica que los terremotos que se han producido este fin de semana han sido “bastante profundos comparados con los de El Hierro”.
Nemesio Pérez, por su parte, sostiene que a tenor de la profundidad a la que se han registrado los terremotos, a pesar de los errores que siempre conlleva este cálculo, es muy probable que este enjambre de sismos registrado el fin de semana “esté asociado a un episodio de recarga magmática”.
El experto vulcanólogo descarta – con los datos que disponen en la actualidad – que nos encontremos ante lo que podría ser el preludio de un proceso eruptivo en Cumbre Vieja cuya última erupción volcánica tuvo lugar en 1971, con el volcán Teneguía.
Fue precisamente en un mes de octubre de ese año, cuando la tierra se abrió en Fuencaliente en las primeras horas de la tarde del día 26, dando lugar al volcán Teneguía. Durante la semana previa, la sociedad palmera vivió en tensión por los terremotos que se fueron sucediendo en lo que se conoce como la fase preruptiva, que llevó incluso a muchos vecinos a salir fuera de sus casas por el temor de las sacudidas.
Los primeros ecos del Teneguía fueron registrados por la estación hidrofónica instalada en Puerto Naos por el departamento de Defensa de Estados Unidos, bajo la excusa de un proyecto de investigación de la Universidad de Columbia. En esta base norteamericana de la costa de Los Llanos, que controlaba el paso de barcos en plena Guerra Fría, se llegaron a registrar un día más de mil sacudidas.
Por otra parte, cabe recordar que la controvertida teoría del científico Simon Day sobre el deslizamiento de Cumbre Vieja y la catástrofe que ocasionaría, barriendo la costa este de los Estados Unidos con un mega – tsunami, ampliamente divulgado por conocidos canales internacionales de televisión, ha situado este volcán en el ojo del huracán.
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