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Determinar la viabilidad de la geotermia en la Isla requiere más de 15 millones de euros

La inversión es necesaria si La Palma quiere apostar por un modelo energético sostenible, similar al que con esta fuente energética se da en la isla de San Miguel, en Azores, donde con dos pequeñas centrales se cubre la demanda del 44% de una población de 140.000 habitantes.
Imagen panorámica del Monumento Natural Volcámes de Aridane, en la comarca

La Palma quiere y necesita despejar la incógnita de si puede aprovechar la energía de sus volcánes dormidos. Desde la década de los 70 se sabe que Canarias es la única zona del territorio nacional dónde existen “recursos geotérmicos de alta entalpía en su subsuelo”. El coordinador del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, con quien el Cabildo palmero firmará un convenio para acometer la primera fase del estudio sobre la viabilidad de la geotermia en La Palma, explica que la finalidad del los trabajos a acometer, a corto y medio plazo es “responder a la pregunta sobre si la explotación de esos recursos geotérmicos existentes en el subsuelo son técnica y económicamente viables”.

Detalla que “para responder con un buen grado de certidumbre a esta segunda pregunta, en el caso de La Palma, se requiere una inversión importante de I+D que puede alcanzar entre los 15 y 20 millones de euros y que se desarrollaría en tres fases diferentes”.

La dos primeras fases implican la realización de estudios geológicos, geoquímicos y geofísicos en superficie para la exploración geotérmica de La Palma. La finalidad de estas dos primeras fases es detectar y delimitar aquellas zonas de mayor interés para la realización posterior de varios sondeos profundos de exploración geotérmica – del orden de los 2.500 metros de profundidad. La materialización de estos sondeos profundos constituye la tercera fase de los trabajos que se consideran necesarios para completar la exploración geotérmica en La Palma.

La primera de las tres fases que la Isla ha de afrontar, y que se materializará con la firma del convenio entre el Cabildo palmero y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), cuenta con un presupuesto de 300.000 euros en dos anualidades, 2017 y 2018. Aunque con una disponibilidad presupuestaria muy limitada “es el primero de varios escalones”, recuerda el científico. 

El importante coste económico que conlleva el potencial desarrollo de la geotermia en La Palma constituye una clara inversión de futuro y de ahorro a medio y largo plazo. Es un hecho tangible si se mira como ejemplo a la Isla de San Miguel, en Azores, donde con dos pequeñas plantas centrales geotérmicas de 10 y 13 megavatios de potencia, se cubre el 44% de la demanda energética en una población de 140.000 habitantes.

El Coordinador Científico director del InvolcanInstituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, defiende la inversión. Lo hace preguntándose si la sociedad canaria puede a permitirse el lujo de que transcurran otros 40 años sin responder con certidumbre a la pregunta sobre si la explotación de sus recursos geotérmicos existentes en el subsuelo de Canarias para la generación de energía eléctrica son técnica y económicamente viables.

La primera fase de los trabajos de exploración geotérmica que el Instituto Volcanológico de Canarias llevará a cabo es la más importante de cuantas se han hecho en La Palma, dado que los estudios anteriores , entre 2002 y 2012 y por parte de hasta tres empresas distintas, no se han completado por la falta de implicación de la administración pública y en fases en las que se requerían ciertas garantías para un elevado capital riesgo.

La participación económica del Estado, ya sea a través de ministerios como Industria y Medio Ambiente, así como de la Comunidad Autonoma de Canarias y de la tramitación de apoyos en el marco de la Unión Europea, serán decisivos para lograr la inversión necesaria que permita determinar si La Palma y los palmeros pueden beneficiarse de una fuente de energía que es explotada con rentabilidad económica en otros zonas del mundo como Portugal, Italia, Islandia y Filipinas.

En La Palma, tal y como han reconocido sus responsables políticos en el Cabildo y miembros de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, estamos en el Medievo de la producción energética de renovables. La Isla Bonita solo cuenta con un pírrico 7% de producción de energía alternativa, alejada  de metas que planteaban un 20% en el año 2020 y que, a la vista de la situación actual, no cumplirá en tiempo y forma.

Ese 7% en la producción de energías renovables proceden de la eólica instalada en Fuencaliente, Garafía, Mazo y el Aeropuerto, mientras que el 93,32 % restante de potencia la aporta la central térmica de Los Guinchos.

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