granadilla de abona

La joven ‘rider’ de la que presume El Médano

María Morales, con solo 11 años, lleva a gala ser producto de la playa granadillera, tras convertirse este verano en la deportista más joven que ha participado en pruebas canarias del Mundial de Windsurfing
María Morales, la pasada semana en la playa de El Cabezo, que es casi como el patio de su casa. Andrés Gutiérrez
María Morales, la pasada semana en la playa de El Cabezo, que es casi como el patio de su casa. Andrés Gutiérrez
María Morales, la pasada semana en la playa de El Cabezo, que es casi como el patio de su casa. Andrés Gutiérrez

Tras años recibiendo a regatistas de todo el mundo, a El Médano le faltaba producir en sus incuestionables condiciones de meca del windsurfing un valor puramente local. Igual no llegará a campeona de Mundo, como sus ídolos las hermanas Ruano, Iballa y Daida, pero María Morales ya ha roto una barrera importante para una deportista de Granadilla: convertirse con solo 11 años en participante en pruebas del Mundial de la PWA, como lo hizo este verano en Pozo Izquierdo y El Médano.

“Mi sueño es llegar a ser campeona del mundo o participar en pruebas del Mundial en Hawái”, comenta segura de sí misma, aunque sabe que tiene “mucho tiempo por delante y ganas de mejorar”, perfeccionando los saltos con el objetivo, sobre todo “de lograr a corto plazo el forward, mortal hacia adelante”. Su padre y mentor, José Manuel Morales, le inculcó el windsurfing a los siete años: “Cuando le alquilé un material y salió a navegar conmigo”, detalla su progenitor. Desde entonces no se despega de la playa de El Cabezo, ya tradicional escenario del Mundial de velocidad y saltos.

Pese a su edad, María ya cuenta con el patrocinio de la marca Goya Windsurfing, que le suministra tabla y velas; Al360 le facilita la botavara; MaverX le aporta el mástil, y Cabezo Surf Shop le ayuda con los trajes y los arnés, un desahogo para sus padres y una posibilidad “de seguir mejorando para poder competir fuera de las Islas, que es lo que me falta”, señala María, quien no descuida los estudios, con notables y sobresalientes. Está encantada de tener en su pueblo una de las mejores playas del mundo para windsurf, pero le “gustaría que hubiera más niños y niñas practicando este deporte, porque sería mucho más divertido estar en el agua”.

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