Tras años recibiendo a regatistas de todo el mundo, a El Médano le faltaba producir en sus incuestionables condiciones de meca del windsurfing un valor puramente local. Igual no llegará a campeona de Mundo, como sus ídolos las hermanas Ruano, Iballa y Daida, pero María Morales ya ha roto una barrera importante para una deportista de Granadilla: convertirse con solo 11 años en participante en pruebas del Mundial de la PWA, como lo hizo este verano en Pozo Izquierdo y El Médano.
“Mi sueño es llegar a ser campeona del mundo o participar en pruebas del Mundial en Hawái”, comenta segura de sí misma, aunque sabe que tiene “mucho tiempo por delante y ganas de mejorar”, perfeccionando los saltos con el objetivo, sobre todo “de lograr a corto plazo el forward, mortal hacia adelante”. Su padre y mentor, José Manuel Morales, le inculcó el windsurfing a los siete años: “Cuando le alquilé un material y salió a navegar conmigo”, detalla su progenitor. Desde entonces no se despega de la playa de El Cabezo, ya tradicional escenario del Mundial de velocidad y saltos.
Pese a su edad, María ya cuenta con el patrocinio de la marca Goya Windsurfing, que le suministra tabla y velas; Al360 le facilita la botavara; MaverX le aporta el mástil, y Cabezo Surf Shop le ayuda con los trajes y los arnés, un desahogo para sus padres y una posibilidad “de seguir mejorando para poder competir fuera de las Islas, que es lo que me falta”, señala María, quien no descuida los estudios, con notables y sobresalientes. Está encantada de tener en su pueblo una de las mejores playas del mundo para windsurf, pero le “gustaría que hubiera más niños y niñas practicando este deporte, porque sería mucho más divertido estar en el agua”.