“Es agosto de 2008 y el vuelo 5022 de Spanair despega tarde del aeropuerto Madrid-Barajas. Segundos después de elevarse, lo impensable sucede cuando el avión comienza a torcerse hacia la derecha, estrellándose después violentamente contra el suelo”. Así comienza la reconstrucción de uno de los peor accidentes aéreos que recuerda Europa.
El 20 de agosto de 2008, el vuelo JK5022 de la aerolínea Spanair salía del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas con destino a Gran Canaria. En el avión viajaban 172 pasajeros, incluyendo los 9 miembros de la tripulación. Fallecieron 154 de ellos y 18 resultaron heridos.
Hace unas semanas, el canal de televisión estadounidense Smithsonian Channel reconstruyó el accidente en un vídeo dramatizado. El canal trata temas científicos, históricos y culturales. Para la reconstrucción, se puso en contacto con supervivientes para trasladar su relato.
De acuerdo a la Comisión de Investigación del accidente, la causa principal fue que los pilotos realizaron el despegue en una configuración errónea, ya que los flaps y los slats, dispositivos fundamentales para el despegue y que regulan la forma del ala, no estaban desplegados. Tampoco funcionaron los sistemas de alerta del avión para advertir a los pilotos que estos dispositivos estaban replegados.
Las 18 personas que lograron sobrevivir a la terrible tragedia estaban sentados en la parte delantera de la aeronave, entre las filas 2 y la 9, y la mayoría lo hizo porque fueron expulsados del aparato tras el impacto, antes que este prendiera en llamas, cayendo en un pequeño lago que ayudo a paliar la gravedad de las quemaduras.
Años después, en 2012, Spanair cesó completamente sus operaciones.
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