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“El secretario municipal quizás no es el que más manda en Candelaria, pero poco le falta”

Después de seis años como gerente de Epelcan (Empresa de Servicios Públicos de Candelaria), Cirilo Acevedo se va con la conciencia de haber hecho un gran trabajo
Cirilo Acevedo, gerente de Epelcan. DA

Después de seis años como gerente de Epelcan (Empresa de Servicios Públicos de Candelaria), Cirilo Acevedo se va con la conciencia de haber hecho un gran trabajo, aunque no recibiera, del actual Gobierno local y de la oposición, el respaldo que él dice merecer. Además, dejará su cargo el día 9 de enero, “por la puerta grande”, como señala, “al confirmarse hace unos días que el Gobierno de Canarias nos va a transferir 589.000 euros, de las subvenciones pendientes de dos promociones de viviendas”. Y se va agradeciendo sobre todo la confianza que le dio el anterior alcalde, José Gumersindo García, y recalcando que la labor del secretario municipal paraliza el crecimiento de Candelaria.

-¿Cuándo y cómo entró como gerente de Epelcan?

“Entré el 9 de enero de 2012 y dejaré el cargo ese mismo día, al no renovar el contrato que es bianual. Entré tras ver un anuncio en el periódico y tras una serie de entrevistas que me hizo el alcalde, el gerente municipal, en paz descanse, el anterior gerente de Epelcan y técnicos de la ADL. Me extraña que digan que mi contratación era irregular, porque hubo concurrencia y publicidad, y cumplía los requisitos de una carrera de titulado superior y cinco años de experiencia en el sector público. No sé por qué dicen que es ilegal, cuando en este tipo de gerencia no se necesitan oposiciones”.

-¿Y quién le va a sustituir, cuando el concurso que han realizado no lo han pasado los dos aspirantes que se presentaron?

“Las bases del concurso auspiciadas por el secretario han sido un fiasco absoluto y no sé cómo lo van a resolver. Unas bases inventadas por el secretario en donde importa más el aspecto jurídico que el conocimiento de la gestión económica. ¿Cuál es el problema?, que el secretario municipal no tiene ni idea de gestión empresarial, y está claro que de esos polvos, estos lodos. Por poner un ejemplo, un licenciado en Filología Inglesa podría estar ahora ocupando mi puesto, y usted me dirá qué capacidad de gestión empresarial tiene alguien que ha estudiado Filología Inglesa”.

-¿Igual es que el secretario no es partidario de que el Ayuntamiento disponga de empresas públicas municipales?

“Mi relación con él no ha sido buena, casi inexistente, porque él me ha cerrado la posibilidad de diálogo, sobre todo en los últimos años. Es una persona muy intransigente, que se equivoca muchísimas veces, y que a menudo olvida su labor asesora, como aparece en los estatutos de Epelcan. No solo no me ha asesorado nunca, cuando se lo he pedido, sino al contrario, me cierra la puerta en las narices, aunque como no tiene conocimiento empresarial, tampoco puedo esperar mucho más de él. Por su actitud, eso es evidente, no le interesan las empresas públicas”.

-Luego seguiremos hablando del secretario, pero ¿su contrato tiene cláusula de indemnización, o lo que se dice vulgarmente, estaba blindado?

“En absoluto, mi contrato de alta dirección es bianual y me voy una vez expire el 9 de enero. Además, quiero aclarar a aquellos que me han achacado que estoy aquí porque me colocó Sindo (exalcalde) que yo no lo conocía antes, lo hice cuando me presenté a las entrevistas para aspirar al cargo de gerente. Es más, se sorprenderían si la gente supiera a qué partido voto”.

-¿Es partidario de que los ayuntamientos dispongan de empresas públicas?

“Sí, pero que pongan a timonearlas a gente profesional. Siempre recuerdo la frase de José Sindo cuando me eligieron para cubrir el puesto: “Cirilo, yo necesito incrementar en la política la eficiencia de la empresa privada, que es la experiencia que tu tienes, porque ya para política estoy yo y los concejales”. Y así fue: me dejó trabajar con un criterio empresarial, porque primero éramos una empresa y luego éramos pública, aunque en el caso de Canarias, y por eso están tan denostadas, es que primero son públicas y luego son empresas. Se crean para meter a gente cercana a los intereses de los partidos y no se valoran las verdaderas capacidades para gestionar”.

-¿De qué se siente más satisfecho a lo largo de sus seis años en la gerencia?

“Como no puede ser de otra manera, de lo más orgulloso que me siento es de haber conocido a un gran grupo humano de trabajo. Somos una empresa de servicios muy dispares, que no tienen nada que ver uno con otro. Con lo cual, se demuestra también que somos capaces de meterle mano, como se dice vulgarmente, a todo aquello que nos propongan, y lo hacemos bien. No solo eso, sino que a mí me han comentado de varios municipios que quieren parecerse a nosotros, que llevamos unos 14 servicios distintos y que han estado bien gestionados”.

-¿Y si funciona tan bien, por qué la empresa no es autosuficiente y tiene que recibir dinero del Ayuntamiento?

“Con el transcurso de los años, y es otro mérito que hay que darle a Epelcan, se han ido incrementado los servicios que el Ayuntamiento le ha ido encomendando, bajo el carácter autofinanciable. Eso quiere decir que el Ayuntamiento no ponía un euro para su sostén y Epelcan, vía tarifa, se iba autofinanciando. Hay otros servicios, como la ayuda a domicilio, la limpieza o la radio municipal que sí tienen una partida vía presupuesto, para sufragar los costes que nosotros gestionamos. Podríamos hablar del 50%, en que al Ayuntamiento no le suponga ningún quebranto a sus arcas municipales”.

-¿De cuánto dinero estamos hablando, qué presupuesto maneja Epelcan?

“En cuanto al dinero del Ayuntamiento, está en torno al millón de euros. En la época de viviendas, en el año 2012, con la promoción de viviendas estábamos en torno a los seis millones de euros y ahora podemos hablar de cerca de dos millones de euros de facturación anual”.

-Candelaria, como otros muchos municipios, tiene un enorme déficit para conseguir viviendas de alquiler. ¿Debería Epelcan volver a la promoción de viviendas?

“La experiencia nuestra con los tres edificios que construimos y vendimos ha sido muy satisfactoria, porque encima nos ha permitido tener recursos, y ahora hemos visto ingresados 589.000 euros de Intervención del Gobierno de Canarias por la subvención de aquellas viviendas. Se ha podido dar una vivienda digna, a precio muy razonable y en zonas muy buenas de Candelaria, a personas con escasos recursos. ¿Que se debería hacer más viviendas? Quizás no con el modelo nuestro de hacerlo para la venta, pero sí para el alquiler, el social, por ejemplo. Creo que sería factible, porque sigue habiendo suelo municipal para ese tipo de promociones”.

-¿Es partidario de mantener la radio municipal?

“La radio municipal debe seguir existiendo como servicio a los ciudadanos de Candelaria, siempre que no se politice de una manera, digamos, asquerosa, que en este caso no sucede en Candelaria. En nuestro caso se desarrolla con escasos medios, tanto humanos como materiales, y se sostiene con un presupuesto bajo, no como ocurre en otros ayuntamientos. Desde mi humilde ignorancia, no veo ningún inconveniente para que siga existiendo y no veo la ilegalidad de la que habla el secretario por ningún sitio”.

-¿Le ha molestado que el Pleno le haya quitado la encomienda del ARI Antón Guanche?

“No, en absoluto, aunque siempre hemos querido tener más servicios sin renunciar a ninguna. Lo que ocurre con Antón Guanche es que las cosas que nacen torcidas es difícil que se enderecen. Nació viciado desde un principio, con cosas que estaban proyectadas que no se realizaron, como puede ser la sustitución de aguas fecales. La empresa constructora se demoró más de lo debido y era una obra compleja, al realizarse mientras la gente seguía viviendo en sus casas. No quiero decir que la gente no tuviera paciencia, porque hay que verse en sus circunstancias, pero no creo que lo que no se hizo fuera porque no estaba proyectado, aunque también es verdad que hubo partidas que no se ejecutaron bien, aunque todo se ha politizado en exceso”.

-¿Le han utilizado a usted como diana para hacer oposición a los Gobiernos municipales de José Sindo y Mari Brito?

“En la etapa de Sindo creo que no, o al menos no tenía yo esa percepción, quizás en esta nueva etapa sí, pero yo también digo que quien te critica debe tener conocimientos y, con todo mi respeto, no conozco a nadie en la oposición con conocimientos empresariales para poder poner nota a mi labor. Puedo caer más o menos simpático o tener un perfume que guste más o menos, pero al final quedan los números y estos deberían validar mi labor”.

-Habla de la oposición, pero es el Gobierno el que no le ha renovado la confianza.

“Tampoco es exactamente así, porque me voy libremente. Se acaba mi contrato, no he querido presentarme a esas oposiciones que el secretario se sacó de la manga y doy por finalizado mi trabajo en Candelaria”.

-¿Y si se hubiera presentado a esa oposición, cree que hubiera salido elegido?

“Yo no lo sé, pero supongo que se me hubiera valorado con objetividad, o al menos así lo hubiera reclamado. Yo no entiendo que se me haya retirado la confianza, es verdad que había menos feeling que con el anterior grupo de gobierno; de hecho, no ha sido un despido, sino una finalización de contrato, y quizás puede ser que se me agotaran las pilas”.

-¿Tiene miedo de que con su salida también salgan trabajadores de Epelcan, o que se levanten, como se dice vulgarmente, las alfombras?

“Creo que no. Aquí no hay nada que esconder, ni hay nadie amarrado a mí con cadenas para que pueda salir el 9 de enero. Los trabajadores tendrán su puesto asegurado mientras sigan cumpliendo, como lo han hecho hasta ahora, dando un servicio con un coste muy por debajo de lo que vale, y eso debe tenerlo en cuenta quien venga a sustituirme”.

-¿Cree que sea debido a que Candelaria mantenga muchos proyectos paralizados?

“Es difícil gestionar un Ayuntamiento cuando no se tiene mayoría en el Pleno, pero, además, hay que sumar al secretario, que es la piedra en el camino que siempre obstaculiza todo este tipo de proyectos. No entro en si tiene razón o no, que muchas veces no, pero su papel tenía que ser el de asesorar y buscar alternativas, no solo de entorpecer. Aparte de que hay que tener en cuenta que mucho de esos proyectos dependen también de otras administraciones públicas y cuesta muchísimo más cuando un propio funcionario del Ayuntamiento invalida los informes”.

-Por lo que dice parece que gobierna más el secretario que la alcaldesa.

“Pues sí, podría ser el titular. La última palabra siempre la tiene él, por encima de la alcaldesa, entiendo yo. Quizás no sea el que más mande en Candelaria, pero poco le falta”.

-Y por último, ¿qué se lleva de estos seis años en Candelaria?

“Han sido seis años maravillosos profesional y personalmente. Estoy contento con la labor desarrollada y con el descubrimiento que ha supuesto para mí conocer a José Sindo, por sus ideas y su carácter, a quien se le ha sacrificado en exceso, porque quien le conoce sabe de su honradez y del trabajo que hizo por Candelaria”.

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