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María Marte vuelve a la República Dominicana con los desfavorecidos

“Simplemente puedo decir que he soñado y luchado con el corazón, y lo seguiré haciendo y siendo un ejemplo para la gastronomía”

 

“Simplemente puedo decir que he soñado y luchado con el corazón, y lo seguiré haciendo y siendo un ejemplo para la gastronomía”. Estas fueron las palabras que pronunció María Marte, chef de El Club Allard, de Madrid, al recibir el galardón a la Trayectoria en los XXXII Premios de Gastronomía DIARIO DE AVISOS-Dorada Especial, que se entregaron el pasado 29 de noviembre en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna. María Marte recibió este reconocimiento por una trayectoria que comenzó en El Club Allard como lavaplatos, luego ascendió a jefa de cocina y finalmente revalidó las dos estrellas Michelin del restaurante, que había dejado hacía pocos meses Diego Guerrero.

Ahora María Marte vuelve a dar un salto de gigante con un proyecto solidario para ayudar a los más desfavorecidos. Ella, junto a Luisa Orlando, directora general de El Club Allard, obtuvieron el pasado mes de septiembre otro galardón. Concretamente, el Premio Internacional Eckart Witzigmann en la categoría de Innovación, que decidieron donarlo a un proyecto humanitario y conservacionista. El jurado vio en María Marte una carrera extraordinaria por su cocina con dos estrellas Michelin, y en Luisa Orlando, un trabajo audaz de dirección liderando el prestigioso restaurante.

El proyecto solidario se desarrollará en la Escuela Serranía, en la República Dominicana, precisamente donde nació María Marte, que opera a través de donativos y ha llegado a beneficiar a más de 3.868 jóvenes en diferentes áreas de hostelería, como arte culinario, repostería, panadería y servicios de restaurante.

El Club Allard, con María Marte como conductora del proyecto en la República Dominicana, invertirá el premio en la formación de estas cocineras, para que sean la cabeza de un esperanzador futuro gastronómico en el país, defendiendo y difundiendo además el cultivo de plantas comestibles autóctonas, para su consumo en las cocinas y evitar de esta manera su extinción.

Luisa Orlando ha señalado que “queremos que nuestro proyecto sea imitado por otros países, ya que está vinculado a la formación de los más desfavorecidos y colabora activamente en apoyar cultivos en vías de extinción, para que no perdamos grandes tesoros que la naturaleza nos regala hoy, pero que si no los protegemos e incentivamos, su consumo desaparecerán para siempre. La alta gastronomía tiene que estar cada vez más comprometida y sus chefs ser embajadores de proyectos que protejan nuestra naturaleza”.

El Club Allard seguirá con su proyecto gastronómico, que ahora liderará José Carlos Fuentes, quien hasta ahora cocinaba en el restaurante Tierra, en el hotel Valdepalacios, de Torrico-Toledo, con una estrella de la Guía Michelin, y dos soles de la Guía Repsol.

Formado en la escuela universitaria de Hostelería y Turismo San Pol de Mar, ha trabajado en restaurantes de Carme Ruscadella, tanto en el de Barcelona como en el de Tokio, donde lideró su apertura en 2004 hasta conseguir las dos estrellas de la guía roja. Luego volvió a España, al restaurante Palacete La Sede de Santa Cruz de Murcia, donde obtuvo el título de Cocinero del Año.

En la cocina de Fuentes se perciben las más exquisitas y complejas cocinas tradicionales nacionales e internacionales. Pero, sobre todo, borda los matices asiáticos que aprendió durante sus años vividos al frente del San Pau Tokyo. Fuentes, que ya está cogiendo el relevo de Marte, mostrará su cocina a partir del próximo martes, 16 de enero.

Dos estrellas Michelin

María Marte llegó a El Club Allard para trabajar de freganchina, aunque en realidad quería ser cocinera. Pasado el tiempo tuvo su oportunidad, aunque sin dejar su puesto anterior: entraba a las 9 de la mañana, para las tareas de limpieza, y salía a las tres de la madrugada. Cuando el chef Diego Guerrero decidió marcharse, ella revalidó las dos estrellas Michelin y convirtió en realidad su sueño. El éxito no le hizo olvidar las penurias sufridas o el alejamiento de su familia: forjó aún más su carácter luchador y comprometido contra las injusticias. En su visita a Tenerife, que prometió repetir, hizo gala del buen humor que caracteriza su humildad

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